El título basta y sobra como sinopsis argumental. Este primer largo de Eisenstein ya desarrolla el llamado “montaje de atracciones” (“cada momento que el espectador pasa en la sala debe estar colmado con la máxima emoción e intensidad, dentro y entre cada episodio”) y define un protagonista colectivo en oposición al héroe individual. En palabras del director: “Llevamos colectividades y masa en acción a la pantalla, en contraste con el individualismo y el triángulo dramático del cine burgués. (...) Ninguna pantalla había reflejado hasta entonces una imagen de la acción colectiva”.
La Huelga (Stachka, 1924) c/Grigori Aleksandrov, Aleksandr Antonov, Yudif Glizer, Mikhail Gomorov, I. Ivanov, Ivan Klyukvin. 80’ aprox.