Serrano hace de marido calavera y la bellísima Thamar de su resignada esposa. La pareja decide pasar sus vacaciones en un hotel de Mendoza, extrañamente notorio por la presencia quizá espectral de “La Dama Blanca”, una mujer que esconde su rostro y que ingresa por las noches a las habitaciones de los hombres solos. El sexo es importante en casi toda las películas de Christensen, pero en pocas resulta tan explícito como en esta comedia que parece haber inventado el diálogo de doble sentido, al menos en el cine argentino. Fue la primera producción nacional calificada “Sólo apta para mayores de 18 años” y no cuesta nada entender por qué. Se exhibirá en una copia original, adquirida recientemente por la Filmoteca Buenos Aires.
Adán y la serpiente (Argentina-1946) de Carlos Hugo Christensen, c/Enrique Serrano, Tilda Thamar, Tito Gómez, Héctor Méndez, Olga Casares Pearson, Gonzalo Palomero, Olga Zubarry. 72’.