Alina Perkins, Laura Hita, Nina Polverino y Naila Borenztein responden algunas preguntas como adelanto de la presentación de Lavial en el ciclo Onda Vega, el lunes 1 de diciembre a las 20:00.
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Lavial se ubica en un espacio intermedio entre la banda pop tradicional y la performance de arte contemporáneo. ¿Cómo se da esa mixtura?
Hay ideas que te transportan de una disciplina a otra. Lavial surgió como el proyecto músical del colectivo de arte Conchetinas. Fue una transformación conceptual. Decidimos que parte de nuestra obra también tenía que viajar por el aire... Los formatos están al servicio de las fuerzas creativas y fue muy interesante atravesar el impulso de mutar en grupo.
¿Cómo viven el hecho de presentar su música en el ámbito de un museo?
Esta bueno, es un ámbito al que apuntábamos de alguna manera. El ciclo Onda Vega hace que se unan dos épocas en torno a una obra músical y ese es un gesto muy lindo... Además nos parece super importante que los museos sean más accesibles y promuevan la escena actual.
¿Qué afinidades sienten con la obra de Jorge de la Vega?
El hecho de que siendo pintor haya decidido hacer canciones es algo que nos une. Y también su manera de abarcar diferentes temáticas. La capacidad de mutar de formato y de fluir con lo que las ideas demandan. Es un referente de una época en la cuál el arte estaba muy inspirado, había varios movimientos y las performances eran sucesos surreales. Musicalmente, “El gusanito en persona” tiene un aura surreal y lúdica con la cual conectamos mucho y que nos sirvió de puente para poder componer nuestras versiones.
¿Qué dificultades plantea la reinterpretación de una obra compuesta hace tantos años? ¿Por dónde pasa su actualidad?
Más que el paso del tiempo, la dificultad se generó por la diferencia de estilos. “El gusanito en persona” es un disco que está muy pegado a su época, a la nueva canción y también tiene toques de canción de protesta. Pero incluso esa diferencia fue mas bien una particularidad del desafió más que una dificultad. Es un trabajo que nunca habíamos hecho y nos tomó en un momento en el que estamos más afianzadas como grupo, componiendo el segundo disco y explorando nuevas zonas musicales. La reinterpretación que hicimos está basada en las armonías de los temas originales y en el clima de cada canción. Pero salieron versiones muy diferentes, bien Lavial. También adaptamos la poesía, enfocándonos más en en los momentos oníricos y esotéricos. “El gusanito...” es una gema en la historia del arte y de la música argentina y su actualidad es mística.