Ramiro es un hombre simple, algo desalineado, un poeta sin inspiración, un bouquiniste que prácticamente ya no vende libros. Lisboa es el telón de fondo donde Mozos instala su cotidiano que se ve alterado al aparecer en escena una joven embarazada y algunos personajes que giran en su órbita. La película tiene un tinte melancólico y amoral, es un tributo a la poética de la normalidad. “Me interesaba hablar de lo que es normal, de la rutina (…) de cómo a veces eso puede ser extraordinario (…) y de cómo Ramiro también puede ser una metáfora del Portugal de hoy”, dice el director.
Dirección: Manuel Mozos. Guión: Mariana Ricardo, Telmo Churro. Fotografía: João Ribeiro. Montaje: Pedro Filipe Marques. Sonido: Miguel Martins. Reparto: António Mortágua, Madalena Almeida, Fernanda Neves, Vitor Correia, Sofia Marques. Producción: Luís Urbano, Sandro Aguilar, O Som e a Fúria.