Esta adaptación soviética de la obra de Shakespeare, realizada en plena guerra fría, fue recibida con desconcierto en Gran Bretaña y Estados Unidos pero su director Yutkievich recibió elogios en el resto del mundo y se llevó la palma al mejor director en Cannes. En un comienzo magistral, vertiginoso y sin diálogos, el director se conecta con lo mejor de la tradición vanguardista soviética para establecer el pasado guerrero de su protagonista. Después, la tragedia se desarrolla con rigurosa fidelidad al original, potenciada por la actuación central de Bondarchuk y el uso expresivo de la escenografía, la música (del eminente Aram Kachaturyan) y el color. Fue la primera de una serie de adaptaciones aparentemente insólitas que realizó el cine soviético para penetrar en mercados que le eran esquivos, como el británico (después hubo un HAMLET y un REY LEAR, ambos magníficos).
Otelo (Otello, Unión Sovietica- 1955), de Sergei Yutkevich, c/ Sergey Bondarchuk, Irina Skobtseva, Andrei Popov.