La película empieza con una anécdota personal de Patricio Guzmán: cuando tenía 10 años aprendió a viajar con el dedo encima de los mapas que una profesora le prestó cuando estaba en el colegio (en realidad Julio Verne también fue un viajero imaginario)… Toda la película continuará como una evocación personal del director, quien nos habla de “su” Julio Verne. Es decir, de “su escritor” que apareció en su vida cuando tenía 10 años. Así, volamos con él por encima de la selva africana adentro de un globo aerostático, viajamos con él adentro de laestación espacial MIR. Después entramos en el mundo acuático donde un buzo pinta cuadros a 100 metros de profundidad (tal como el capitán Nemo tocaba música bajo el mar a bordo del Nautilus). Entramos en las tinieblas de una caverna donde un explorador permaneció casi un año rodeado de oscuridad. Finalmente llegamos a Nantes, la ciudad natal de Julio Verne, donde la Compañía Royal de Lux fabric un elefante mecánico de 12 metros de altura, que camina por la ciudad rodeado de una enorme muchedumbre.
Es un homenaje a “La casa a vapor ” (una novela casi desconocida) y también un homenaje a todas las máquinas que inventó Verne: cápsulas espaciales, barcos voladores, trenes que se movían entre la Tierra y la Luna, submarinos atómicos, automóviles con alas, cohetes interplanetarios, etc. La película tiene un valioso material de archivo en particular algunas imágenes de “La invención diabólica” (1958) del cineasta checo Karel Zeman y “El pequeño Julio Verne” de la colección Pathé Fréres, así como los dibujos de las primeras ediciones de Jules Hetzel creadas por cinco ilustradores notables: Eduard Riou, Henri de Montaut, Alphonse Neuville, Leon Benet, Georges Roux y Henri Hildebrand.
Realización, guión: Patricio Guzmán.
Consejera artística: Renate Sachse.
Ayudante de dirección: Camila Guzmán.
Imagen: Jacques Bouquin.
Sonido: André Rigaut.
Montaje: Eva Feigeles Aim.
Música: Jorge Arriagada.
Mezcla: Jean Mallet.
Productor delegado: Dominique Barneau.
Productora: Ex Nihilo, París.