Hecha con un presupuesto ínfimo y con un equipamiento pobre por un joven exiliado ruso que poco antes había sido violinista en un cine de París, esta película es una de las obras amateurs más extraordinarias jamás realizadas. La dirección de Kirsanoff en general, su empleo de la imaginación poética, su montaje y, sobre todo, la interpretación de Nadia Sibirskaia como la protagonista, hacen al film merecedor de todos los elogios que ha obtenido por parte de la crítica europea. Como ha escrito George Morrison, “Sutilezas de pensamiento y sentimiento, que uno hubiera creído fuera de las posibilidades expresivas del cine, se realizan gracias a una comprensión brillante de esa pura poesía visual que constituye la suprema belleza del cine mudo”. Texto de Amos Vogel.
Ménilmontant (1924) de Dimitri Kirsanoff, c/Nadia Sibirskaïa, Yolande Beaulieu, Guy Belmont, Jean Pasquier. 30’ aprox.