En un Auditorio lleno de lectoras y lectores que esperaban ansiosos la aparición de su escritora favorita, se presentó el lunes 4 de diciembre por la noche el nuevo libro de Mariana Enriquez. Porque demasiado no es suficiente. Mi historia de amor con Suede, publicado por la editorial chilena Montacerdos, es sobre todo un libro sobre el fanatismo, sobre ser fan. En diálogo con uno de sus editores, Juan Manuel Silva, Mariana contó por más de una hora y entre las risas de sus oyentes, cómo fue que decidió hacer este libro y qué sigue en el futuro.
Por qué Suede:
“Los conocí como se conocían las cosas en esa época: viendo Much Music, revisando pilas en Tower Records, comprando revistas importadas que llegaban siete meses después, fanzines.
Las canciones se parecían mucho a mi vida. Eran canciones de vivir fuera de Londres, yo vivía en La Plata, era una banda periférica. Hablaban sobre vivir de noche, vivir peligrosamente. Era un reviente bien vestido, que a mí me gusta. Hay que verse bien y estar mal.
Y después el Romanticismo: ellos citaban a Lord Byron y yo era muy fanática de Byron, de Ted Hughes.
Después descubrí que a nadie más le gustaba. Era algo privado”.
Poesía y música:
“Un buen letrista no suele ser un buen poeta. Hay muy pocos letristas que resisten el test de ver impresas sus letras y que sean un buen texto. Hay algo de la letra de la canción que es un género aparte, muy cercano a la poesía pero que requiere de la canción: de la euforia, del estribillo. Para mí la música y la poesía en algún sentido están más relacionadas que la música y la prosa. Quizás por eso es el género literario que más me gusta, que más disfruto pero que no he escrito.
Yo escucho a Suede y escucho a Keats”.
La estructura del libro:
"De cada uno de mis fetiches musicales yo tengo constelaciones. Elegí que fueran 50 para poder parar. De las canciones y de los temas armo constelaciones. Por ejemplo, ¿hay películas sobre fans? y ahí sigo.
Si tengo que hacer un libro sobre Nick Cave agarro Mississippi, Faulkner, Presley, Berlín en los 80, la primera vez que vi a Nick Cave en vivo, la película de Wim Wenders, narrativas sobre el duelo, el ácido. Ese libro no lo iba a hacer porque Nick Cave es demasiado grande como tema y además es un tratado. Suede es más contemporáneo, personal, de donde yo puedo tirar hilos. Un mundo de referencias más manejable y menos ambicioso, que eso también me gusta".
Además conversaron sobre la escena del britpop de los 90, las características del fan argentino y de ella en particular. Contó anécdotas de recitales, de filas de tres días para comprar una entrada, del trabajo en una redacción. Del público de rock, la circulación de la crítica musical con revistas, fanzines y ahora libros, colecciones. Recomendó música que le gusta de ahora y anunció cuándo saldrá su próximo libro de ficción.