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El personaje de Maciste fue inventado –o por lo menos bautizado– por el poeta Gabriele D’Annunzio para el film CABIRIA (1914), producido y dirigido por Giovanni Pastrone, y protagonizó una enorme cantidad de films siempre interpretado por el forzudo genovés Batolomeo Pagano. De todos los que aún se conservan, el más notable es MACISTE EN EL INFIERNO, que no se llama así para designar metafóricamente a las dificultades que sufre Maciste sino porque éste se va efectivamente al Infierno para combatir al mismísimo demonio. La trama parece transcurrir en algún momento del siglo XIX. El demonio lanza “los tentáculos del pecado” sobre Graziella, la bella vecina de Maciste, la arrastra a la perdición y Maciste va a rescatarla, atravesando los paisajes imaginados por Doré en sus célebres ilustraciones para la Divina Comedia. Una vez en el Infierno, Maciste practica su deporte preferido (que consiste en revolear enemigos, como Obelix) y de paso seduce a lujuriosas damas que se entregan con entusiasmo al macho genovés. Entre los admiradores de este Maciste infernal se destacó Federico Fellini, que la vio de niño en Rimini y jamás pudo olvidarla. “Es verdaderamente mi primera imagen del cine, mi primer encuentro con esa cosa que se movía, que se parecía a la vida pero era un poco más grande que la vida, así como los actores que aparecían sobre la pantalla eran más grandes que las personas reales. Todas las películas que hice después trataron de ser, de algún modo, como MACISTE EN EL INFIERNO”.