En el marco de la exposición Luz y Fuerza, en la tarde del jueves 5 de octubre se realizó una doble actividad que cruzó arte y espiritualidad, signada por la astrología y el horóscopo. Comenzó con una visita guiada por la exposición a cargo de AstroMostra. Luz y Fuerza, curada por Lara Marmor, reúne a diecinueve artistas argentinos contemporáneos cuyas obras giran en torno a la espiritualidad. Se trata de una exploración sobre la práctica artística en el nuevo milenio, un momento en el que, en una trama ecléctica y a veces contradictoria, conviven las antiguas cosmovisiones orientales y amerindias, la meditación, las terapias holísticas, los esoterismos, la homeopatía, el neochamanismo, la astrología y el budismo.
A partir de la pregunta “¿existe la Fe en el mundo del Arte?”, el astrólogo de internet, como se define AstroMostra, buscó relacionar lo sagrado y el arte con la astrología. Comenzó explicando que el arte se encuentra en la casa V del zodíaco y qué actos éticos y estéticos se ponen en juego en la astrología para hablar del arte y los artistas. En un segundo momento, y para responder a la pregunta de la fe, se centró en el triángulo en el que se apoyan los principios de la fe, que son las virtudes teologales: la fe, la esperanza, y la caridad. Para explicar que con la fe sola no alcanza, planteó que también tienen que existir la caridad y la esperanza en el mundo del arte. Desde ahí, realizó una intervención astrológica sobre tres obras y fragmentos de las cartas de sus artistas: La Fe a partir de la obra Dios Cree en Mi de Mariana Tellería y su relación con Libra; La Caridad en la obra de Marisa Rubio, las mandalas y la personificación de Helena Líndelen a la luz de Piscis. Por último, la Esperanza en la obra Diario de Nicolás Mastracchio atravesada también por Piscis y por lo cotidiano y las costumbres que le aporta Virgo. AstroMostra terminó con una exhortación a deslumbrarse de la belleza del arte en el espacio sacro de paredes blancas que es el museo.
La jornada continuó con la conferencia en el auditorio de la célebre astróloga Ludovica Squirru. La conferencia, que se transmitió en vivo por YouTube, fue escuchada por un público atento y entusiasmado que cada tanto interrumpía con aplausos. Ludovica empezó contando sobre sus orígenes, su casa y su familia. Se crió muy estimulada a nivel artístico y espiritual. Su padrino, Rafael Squirru, que era un crítico de arte muy conocido, le regalaba cuadros y sobre todo le presentó a Pettoruti, Spilimbergo, Berni, entre otros. También Edgardo Giménez. Su padre fue una gran influencia e inspiración. Había ido a China de joven, donde trabajó, investigó, profundizó sus conocimientos y hasta tradujo poemas. A sus diecisiete años, su casa familiar se prendió fuego. Sobrevivieron pero se destruyó todo. Ahí decidió que comenzaría una nueva vida poniendo en práctica todo el aprendizaje chino que había recibido en su casa. Su padre había muerto dos años antes. Así fue que, sin nostalgia pero recordando, sintió que tenía toda la vida para volver a empezar.
Entre las grandes frases que regaló a los presentes se encuentran las siguientes: "Cuando la musa viene, dejá todo y recibila. Hay que estar abierto a recibir", "Tenemos que hacer cursos para retomar el contacto humano", "Siento que todas las pruebas que me mandan, las quiero atravesar. Soy una mujer a la cual le gusta tanto la vida que me gusta desafiarla". "Estar en pareja hoy es como un viaje a Plutón". "Hay que ser el mejor amigo de uno mismo y ser mi mejor amigo es fluir. A veces fluir es detenerse. A veces fluir es saber pedir ayuda".