Los últimos integrantes de una familia aristocrática venida a menos (Aleandro, Ross, Alfaro, Mugica) son mantenidos por un hombre (Luppi) de extracción social inferior pero mejor situación económica. Todos conviven en la inmensa casona familiar, que los herederos esperan vender a buen precio en cuanto se termine de tramitar la sucesión. Ese planteo inicial deriva en una serie de violentas confrontaciones, primero porque el personaje de Luppi se dice harto de pagar las cuentas de todos, y luego porque trata de mantener su poder sobre la familia demorando la gestión de la sucesión.
Basada en un argumento de Norma Aleandro, Los herederos fue la única experiencia cinematográfica de David Stivel, uno de pocos artistas influyentes que dio la televisión argentina. Previsiblemente, el film destaca por el trabajo de todo su elenco, que resulta beneficiado por la decisión –entonces atípica- de utilizar sonido directo, y también por la realización de Stivel, que se demostró capaz de sortear las limitaciones del lenguaje televisivo. Su comprensión de la naturaleza de cada escena se manifiesta en un virtuoso manejo del espacio, en el uso expresivo de distintos elementos escenográficos, en la creación de un clima claustrofóbico a partir del primer plano.
A esas virtudes que el film siempre tuvo, el tiempo le ha agregado otra: su carácter de documento. La pérdida de toda o casi toda la obra televisiva de Stivel ha transformado a Los herederos en la única expresión de su talento que podemos ver en la actualidad. Sin embargo, también estuvo a punto de perderse. El negativo original fue rescatado entre 2001 y 2005 por la Asociación de Apoyo al Patrimonio Audiovisual (APROCINAIN).
Los herederos (Argentina, 1969) de David Stivel, c/Norma Aleandro, Federico Luppi, Bárbara Mugica, Marilina Ross, Emilio Alfaro, Carlos Carella. 87’.