Si en general la obra del realizador ucraniano Alexander (u Oleksandr) Dovzhenko es mal conocida, aún peor ha sido el destino de los films que escribió pero que sólo pudo concretar, después de su muerte en 1956, su esposa Yuliya Solntseva, ignorada o subestimada por casi todo el mundo. LA EPOPEYA… es uno de esos films y resulta asombroso por varias razones. En primer lugar porque es sin ninguna duda un film de Dovzhenko, fiel a su estilo en tensión permanente con toda forma de representación clásica, con esa misma excentricidad lírica que le permite poner personajes que hablan a cámara porque cumplen funciones simbólicas, o plantear conversaciones con estatuas, o volver presente en imágenes el pasado legendario de Ucrania, o resucitar a un soldado porque su Patria le infunde vida. En segundo lugar, porque construye un vínculo de opuestos entre la guerra, ese asunto de los hombres, y la naturaleza, que es de orden divino, con imágenes muy poderosas que se anticipan en varias décadas a las pretensiones ecológicas de Terrence Malick. En tercer lugar porque contiene algunas de las escenas bélicas más extraordinarias que se hayan filmado en toda la historia. Y en cuarto lugar porque la directora Yuliya Solntseva, pionera entre las poquísimas mujeres cineastas de la Unión Soviética, fue también actriz e interpretó el papel principal en el clásico de ciencia ficción comunista AELITA, LA REINA DE MARTE. ¿Les parece poco?
LA EPOPEYA DE LOS AÑOS DE FUEGO (Povest plamennykh let, 1959) de Yuliya Solntseva, c/Boris Andreyev, Nikolai Vinogradovsky, Antonina Bogdanova. 91'.