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Fantasía romántica y síntesis de las influencias que el cine alemán recibió de los realizadores suecos y daneses. Como en LA CARRETA FANTASMA de Sjöström, aquí la muerte es un señor adusto con una misión que debe cumplir a cualquier precio. Como en VAMPYR de Dreyer (también protagonizada por Sybille Schmitz), la naturaleza es un factor determinante y expresivo. No es un film de terror pero anticipa los sugestivos climas que logrará el gótico europeo posterior. El realizador Frank Wysbar escapó del horror no tan gótico del nazismo y se refugió en Hollywood, donde pasó varios años haciendo cine y TV, siempre con presupuestos minúsculos. Una curiosidad es que el film fue olvidado en casi todo el mundo salvo en Argentina, donde entre los ’40 y los ’60 fue frecuentemente exhibido y celebrado en cineclubes y cinematecas. La copia que tenemos es bastante mala pero corresponde a la versión estrenada en nuestro país con los subtítulos de aquel entonces. Por otro lado, sigue siendo un film difícil de encontrar y ver.