Alguien dijo que las estrellas son un momento en la historia del cine. Frances Farmer nunca fue una estrella, pero su terrible y triste historia despertó el interés de artistas tan disímiles como Kurt Cobain (quien le dedico una canción llamada Frances Farmer Will Have Her Revenge on Seattle) y Alexander Kluge (el capítulo Una persona seria, de su libro 120 historias del cine). Y por supuesto Kenneth Anger, quien no podía dejar pasar a la pobre Frances en esa venganza en forma de libro llamado Hollywood Babilonia.
La historia empieza de la mejor manera posible: en 1935 Frances es contratada por la Paramount y considerada por la prensa como “la nueva Garbo”, pero las cosas no tardan en complicarse y sus constantes enfrentamientos con todo lo que representaba al poder y la sociedad bienpensante de la época, la llevan de las luces de Hollywood a las sombras de las instituciones mentales. La película de Clifford, si bien no evita caer en lugares comunes en este tipo de biografías, logra capturar ese momento en la historia del cine llamado Frances Farmer. Un momento de profunda tristeza. (Curiosamente el productor de este film fue Mel Brooks).
Frances (EUA, 1982), de Graeme Clifford, c/Jessica Lange, Kim Stanley, Sam Shepard, Bart Burns, Jonathan Banks. 140'.