Oculto detrás del brillo de Yasujiro Ozu y Kenji Mizoguchi, directores canonizados por las historias del cine escritas en Occidente, se encuentra una extensa galería de importantes realizadores japoneses cuyas carreras comenzaron en las décadas de 1920 y 1930. De todos ellos, Sadao Yamanaka se destaca con fuerza por su originalidad y potencia cinematográfica, elementos presentes en los únicos tres films que se conservan de su filmografía.
Yamanaka (1909-1938) comenzó su carrera como guionista y asistente de dirección, siempre interesado en la crítica a la sociedad nipona de la época, aunque muchas veces sus historias reflexionaran sobre el presente a través del pasado. En 1932 dirigió su primer largometraje, que ya demostraba una notable afinidad con los géneros populares, al tiempo que los recubría de una capa de ironía y lirismo.
Sólo tres de sus veinticuatro largometrajes han sobrevivido hasta nuestros días, cada uno de ellos una reflexión acerca del estado de un Japón que se acercaba cada vez más a una terrible y estéril guerra. Yamanaka fue enviado al frente de batalla en 1938, donde moriría a la edad de veintinueve años, no sin antes escribir un testamento fechado el 18 de abril de 1938, cuyas últimas líneas rezaban: “A mis amigos y colegas les pido: por favor, hagan buenas películas”.
Organizado junto a:
VIERNES 14
18:00 La vasija de un millón de ryo, de Sadao Yamanaka
SÁBADO 15
19:00 Nezumikozō Jirokichi: un manga dedicado a Sadao Yamanaka, de Rintarô (*)
22:00 Sacerdote de la oscuridad, de Sadao Yamanaka
DOMINGO 16
22:00 Humanidad y globos de papel, de Sadao Yamanaka
(*) Función gratuita
Imagen: Tange Sazen yowa: Hyakuman ryo no tsubo [La vasija de un millón de ryo] ©NIKKATSU.