Los feligreses de la iglesia del Padre Cataldo, en Sicilia, buscan una cura a los males que sufren, y para los que no encuentran respuestas o etiquetas. Dicen estar poseídos, y el Padre Cataldo realiza exorcismos en sus misas y en privado, curándolos o simplemente escuchándolos. El número creciente de personas que dicen estar poseídas, en Italia y en el mundo, obliga a la Iglesia a volver a la antigua práctica de los exorcismos. ¿Es una forma de hacerle frente a ansiedades contemporáneas que no saben nombrar? Liberami es una historia sobre la práctica del exorcismo y los problemas cotidianos de la gente: las tradiciones antiguas y los hábitos modernos, lo sagrado y lo profano, se cruzan en este documental sorprendente y revelan ser perturbadores y graciosos a la vez.
Mi primer objetivo fue encontrar historias para una película sobre las obsesiones, una especie de viaje a través de las adicciones mentales. No esperé encontrarme descubriendo algo aún más extraño que mis expectativas ya de por sí exageradas: Un curso de entrenamiento para exorcistas organizado por la Iglesia Católica. Y Sicilia representa, con sus 20 exorcistas, el frente más importante de esta práctica. Eso devino en el punto inicial para nuestra larga investigación, durante la cual fuimos parte de muchas misas de liberación, un tipo de misa muy particular que ocurre una vez por semana, dura por lo menos 3 horas y en el cual se le ruega a Dios por la liberación colectiva del Mal como un paso inicial hacia los exorcismos privados.
Me di cuenta de a poco que esta realidad, tan lejana a mí, era una llave extraordinaria a un estado mental arrebatado, donde los límites entre lucidez y disociación se hacen cada vez más débiles. La cuestión fundamental no es si Satán existe, pero cómo es posible que los exorcismos puedan convertirse en citas semanales, un ritual preciso con aspectos perturbadores, y también en algo que puede ser integrado por todos con sus estrategias personales, en su vida cotidiana. La posesión y la liberación son parte de una historia sobre entrar y salir continuamente en estados dentro de uno mismo.
Elijo contar esta historia desde la perspectiva de la gente que la vive cada día. No sólo los “poseídos” pero también los curas que toman esta posición con fe y transforman completamente sus vidas, estando “asediados” noche y día. El Padre Cataldo es el símbolo de la completa devoción unida a una espontaneidad y franqueza encantadoras. Por otro lado, están los así llamados posesos que no son fanáticos católicos, pero que son gente común que se acercan a la iglesia en un particularmente difícil momento de sus vidas. A través de su experiencia, se emancipan de un horror imaginario, adquiriendo una complejidad original hecha de dudas, malas interpretaciones, pero también de un sentido ilimitado de auto-ironía.
sábado 07 de julio de 2018 a las 22:00
sábado 14 de julio de 2018 a las 22:00
sábado 21 de julio de 2018 a las 22:00
sábado 28 de julio de 2018 a las 22:00
Dirección: Federica Di Giacomo
Historia y guión: Federica Di Giacomo, Andrea Sanguigni
Productores: Francesco Virga, Paolo Santoni
Dirección de fotografía: Greta de Lazzaris, Carlo Sisalli
Montaje: Aline Hervé, Edoardo Morabito
Sonido: Mariano Blanco, Mirko Cangiamila, Danilo Romancino
Italia-Francia, 2016. 94’