Primero fue un best seller, luego una de las obras teatrales más exitosas de la historia y finalmente un film que estuvo a la altura de esos éxitos, en buena medida gracias a un elenco perfecto. Wilder comprendió que la trama de Agatha Christie era lo más valioso de la obra original y la puso en escena con un máximo de contención y respeto. Las mayores libertades que se tomó tuvieron que ver precisamente con la influencia de su elenco: el humor que se produce entre Charles Laughton y Elsa Lanchester hubiera sido inimaginable con otros intérpretes, así como el flashback en el cabaret de Berlín se justifica (y se carga de un sentido autoreferencial) porque su protagonista es Marlene Dietrich. A los 57 años la diva no sólo pudo demostrar que sus piernas seguían siendo legendarias, sino que también logró la interpretación más sorprendente de su larga carrera cinematográfica.
Testigo de cargo (Witness for the Prosecution, EUA-1957) de Billy Wilder, c/Marlene Dietrich, Tyrone Power, Charles Laughton, Elsa Lanchester. 114’.