Este film se hizo como parte de una campaña para legalizar las llamadas “visitas sanitarias”. En ese plan, narra cómo tres años de prisión pueden destruir a cualquier pareja si se los obliga a encontrarse siempre vigilados. De paso, también reconoce -tempranamente en la historia del cine- que en la cárcel es normal el sexo entre hombres. Para narrar el progresivo deterioro psíquico de sus protagonistas, el director Dieterle utiliza las herramientas expresivas del mejor cine mudo (cámara móvil, sobreimpresiones) pero sobre todo los primeros planos, con una intensidad que recuerda las complejidades psicológicas de los melodramas de Pabst. Este fue el cuatro film de Dieterle como realizador, tras varios años como actor en el cine y antes en el teatro para el legendario director Max Reinhardt. Emigró emigró a Hollywood con el comienzo del cine sonoro y allí sostuvo una larga y exitosa carrera, con algunas obras maestras como EL RETRATO DE JENNIE.
SEXO EN CADENAS (Geschlecht in Fesselm, Alemania-1928), de William Dieterle, c/W. Dieterle, Gunnar Tolnaes, Mary Johnson, Paul Henckels. 107’.