Durante una guerra de clanes en el Japón feudal, Tahei y Matashichi, dos campesinos miserables, cobardes y codiciosos pero muy simpáticos, deben ayudar a una princesa y su general a atravesar las líneas enemigas, con la promesa de ser recompensados con una considerable cantidad de oro. Luego de dos películas densas como Trono de sangre (basada en William Shakespeare) y Los bajos fondos (basada en Máximo Gorki), Kurosawa decidió hacer una película que fuera pura emoción, aventuras y alegría, y lo hizo a lo grande, con miles de extras y debutando en el formato CinemaScope. El germen de La fortaleza oculta podemos encontrarlo en los westerns de John Ford (es conocida la admiración de Kurosawa por el western) y a su vez fue la inspiración de La guerra de las galaxias (George Lucas, 1977), solo basta cambiar a la princesa Yuki por la princesa Leia, a los graciosos Tahei y Matashichi por C3PO y R2D2 y al Japón feudal por una galaxia lejana. Claro que a George Lucas no le gusta demasiado que le mencionen esto. Texto de Fabio Manes y FMP.
La fortaleza oculta (Kakushi-toride no san-akunin, Japón-1958) de Akira Kurosawa, c/Toshirô Mifune, Minoru Chiaki, Kamatari Fujiwara, Susumu Fujita, Takashi Shimura, Misa Uehara. 126’
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