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La escritora mexicana Isabel Zapata, decimocuarta participante de la REM, fue entrevistada por la periodista Ivana Romero el miércoles 5 de junio a las 19:00. Después de la presentación de Magdalena Arrupe, coordinadora del área de Literatura del museo, tuvo lugar la presentación de Ivana Romero. Antes de hacerle ninguna pregunta, señaló el modo en que todos los libros de Zapata parecen dialogar y rondar los siguientes temas: el duelo, la memoria, la maternidad, el ser animal. 

Compartimos algunas frases en las que habla de todo esto y especialmente de Troika, su última novela publicada en Buenos Aires este año:

“Es un sueño cumplido estar en Buenos Aires con esta oportunidad de escritura y de recorrer la ciudad. Es como un ejercicio de inmersión, visitar las librerías y sentir el pulso de la ciudad”.

“Troika fue escrito a través de varios espejos. Los perros son acompañantes o cómplices a través de la frontera más definitiva que es la muerte. Más que de los muertos y los vivos, se trata de los que están y no están. Estar muerto no es la única manera de no estar”. 

“Es un libro que trata sobre el duelo. Aquello que desaparece. Es un tema que me ha preocupado y ocupado en lo que leo y mi vida diaria. Qué pasa con lo que perdemos. 
Parece que hay como una prisa por recuperarnos. Un empuje social para estar bien. No enfrentar la pérdida, no incorporarla. 
Pero lo que perdemos nos constituye, sobre todo a una niña”.

“Hay muchas maneras de perder, como dice el poema de Bishop. No dejamos de ser todas las personas que fuimos. No accedemos a la infancia de forma completa y no la dejamos atrás. La tenemos presente de una manera que también tenemos que inventar. La memoria como un afluente de la ficción”. 

“Se habla de la verdad como algo equivalente a los hechos. Pero nadie puede contar lo que pasó de verdad. Los hechos no son la verdad. En la historia del crecimiento de uno, la verdad está constituida de cosas que no sucedieron. De fantasías, de deseos, todo eso nos constituye”.

“Quise explorar otras formas de vida. Los perros son la especie más cercana al ser humano. Los perros y los gatos, pero los gatos son otra cosa. Los perros son los únicos animales que están a medio camino entre lo doméstico y lo salvaje. Un poco como un niño. Esa relación entre el perro y un niño es mágica.
Las perras han sido los seres que me han enseñado a amar. La intimidad, el amor verdadero, la cercanía, la confianza. Con Troika, quería hacer un homenaje a esa relación. Te puede marcar. La presencia y la ausencia que marca la infancia. No es lo único que quería hacer, pero sí una parte principal. Son tres personajes y uno es un perro".

"A todos nos pasa que hay ciertas obsesiones a las que volvemos. Lo que leemos, las películas que vemos, las ciudades que queremos visitar. No somos tan variados como seres humanos. La maternidad, los cuidados, el núcleo más íntimo del hogar son temas a los que vuelvo.
Hay muchas relaciones de cuidado, no solo con la madre. Maternidades dislocadas: perras cuidando niñas, niñas cuidando madres, la relación con una prima.
Los libros son vehículos para hablar con otras personas".

“Te involucras con un texto que traduces. La traducción es el acto supremo de amistad, no se me ocurre una actividad más íntima. Mantener esta lealtad y deslealtad, respeto pero también falta de respeto. El juego de traducir-traicionar es un poco así. Es un ejercicio de creatividad.
Escribir me ha hecho mejor traductora y traducir me ha hecho mejor escritora”.

“Ahora estoy leyendo pura poesía. Porque estoy escribiendo poesía y escribo mucho por contagio. Estoy leyendo un poeta argentino que no conocía y me encanta: Joaquín Gianuzzi. Pero también traje libros de Blanca Varela, Héctor Viel Temperley. Me gusta mucho Mary Oliver, José Watanabe, Natalia Ginzburg, Hebe Uhart. Montaigne por supuesto”.

Isabel visitó la Furia del Libro de Chile en su primera semana en Buenos Aires. En la última, leerá su texto Historia secreta de mi biblioteca el jueves 27 de mayo a las 19:00 en la Biblioteca de Ampersand.