El director Catrani se había iniciado en los estudios San Miguel y allí realizó algunas películas interesantes, como una comedia picaresca titulada LOS SECRETOS DEL BUZÓN (1948). Después de 1955, cuando casi todos los estudios habían quebrado o cerrado, Catrani inició una filmografía independiente más despareja pero genuinamente federal, con rodajes en Mendoza, Santa Cruz, Corrientes o Santiago del Estero. De este período, debe decirse que películas como ÁLAMOS TALADOS no permiten sospechar las virtudes de EL ÚLTIMO MONTONERO, filmada en La Rioja sobre un cuento de Félix Luna. La acción comienza con una escena extraordinaria, en la que el Chacho Peñaloza comienza a perder su autoridad tras tomar una decisión posiblemente fatal. Poco después el caudillo dispersa su tropa y el film sigue, en episodios cruzados, los destinos de algunos de esos hombres. El film es sorprendente porque fueron poquísimos en el cine argentino los directores que, formados en sus estructuras clásicas, supieron asimilar las innovaciones formales que se prodigaron en todo el mundo desde la posguerra. Catrani lo hace con asombrosa libertad expresiva, utilizando la prosa de Luna como base para una especie de poema épico, apuntalado por la música de Ariel Ramírez, por la acción física y sobre todo por el paisaje, la tierra, que es el motivo por el que estos hombres se desangran.
Casi no hay diálogos en el film. Lo esencial sobre los anhelos y contradicciones de los protagonistas aparece en concisos monólogos interiores ilustrados por cuerpos y rostros de suficiente elocuencia. En su búsqueda de una verdad interior, en el estallido de toda convención clásica y sobre todo en su voluntad de abordar explícitamente nuestros desgarros fundacionales, Catrani se puso a contramano de la representación histórica en todo el cine argentino previo.
Esta film espléndido es otro de los muchos hallazgos de la colección reunida por Alberto Gonzalez y conservada por su familia.
EL ÚLTIMO MONTONERO (Argentina-1963) de Catrano Catrani, c/ Romualdo Quiroga, Marcela López Rey, Aldo Mayo, Juan Carlos Lamas. Raúl del Valle. 70’.