Langdon fue el más extraterrestre de los grandes cómicos. Su personaje era un inocente, completamente ajeno a todas las leyes de este mundo. Esa característica y los tiempos de su gestualidad contrastaban totalmente con la velocidad de los productos de la empresa de Mack Sennett pero entre sus jóvenes gagmen había talentos como Frank Capra, Harry Edwards y Arthur Ripley, que comprendieron la singularidad de Langdon y lo ayudaron a crear vehículos apropiados primero en el corto y luego en el largo metraje. EL ANDARÍN es uno de sus mejores films y también uno de los menos vistos. Langdon interpreta a un joven enamorado que se apunta en una curiosa carrera de caminantes (sic) para ganar un importante premio en efectivo y casarse con la mujer que ama (interpretada por una muy joven Joan Crawford).
EL ANDARÍN (Tramp, Tramp, Tramp, EUA-1926) de Harry Edwards, c/Harry Langdon, Joan Crawford, Edward Davis, Tom Murray. 61’.