Cine
Programación
Películas

El hijo del Sheik (The Son of the Sheik, EUA, 1926) de George Fitzmaurice

El hijo del Sheik

Durante el período mudo, el mito del amante exótico nunca fue tan bien servido como en este film, cuyas imágenes quedaron fijas en la iconografía del siglo. Se trata de la secuela del film El sheik (1921), por lo que Valentino interpreta al personaje de ese primer film y también a su propio hijo.

+ info

Sangre de héroes (Fort Apache, EUA-1948),

Sangre de héroes

Inspirada libremente en la masacre histórica de Custer, la película distingue entre la historia real y la mítica, abunda en extensas situaciones de comedia y tiene una de las mayores interpretaciones que realizó Henry Fonda en toda su carrera.

+ info

La vida de alguien, de Ezequiel Acuña

Continúa

La vida de alguien

Una década después de la desaparición de su mejor amigo y compañero musical, Guille recibe la propuesta de editar un disco que grabó con su ex banda. Esto moviliza a Guille, quien intenta recortar los límites de su soledad, barrer los desencantos, encontrarle un sentido a la pérdida y dar los primeros pasos hacia un nuevo destino.

+ info

Solo, de Guillermo Rocamora

Continúa

Solo

Nelson tiene 45 años y es trompetista de la banda de la Fuerza Aérea hace más de 20. Siente que no ha logrado nada en su vida y desea hacer algo importante pero la rutina siempre ha disuelto sus deseos.

+ info

Nosferatu, de Friedrich W. Murnau + MV

Nosferatu

El primer gran film de vampiros fue en realidad una versión bastante libre de Drácula, la novela de Bram Stoker. Aquí el vampiro es ante todo un equivalente de la peste y su mordida enferma y mata, pero no contagia el vampirismo

+ info

El Gólem

El actor y director Paul Wegener tenía una fascinación peculiar con el mito y es evidente que le encantaba disfrazarse de Golem: antes de realizar esta versión, ya había hecho otras dos, una en 1914 y la otra en 1918.

+ info

Porno mudo

En las stag-movies no suele haber bellezas neumáticas, artefactos rebuscados, ni esfuerzos acrobáticos de satisfacción. Apenas gente común, haciéndolo frente a una cámara.

+ info

El héroe del río, con Buster Keaton

El héroe del río

Dos jóvenes se enamoran pese a la rivalidad de sus respectivos padres, que compiten por el transporte a vapor en el río Mississippi. Keaton ya había utilizado un punto de partida similar en La ley de la hospitalidad (1923), pero esta vez decidió culminar su film con un huracán.

+ info

El hombre mosca, con Harold Lloyd

El hombre mosca

Una serie de confusiones y enredos culminan en una situación absurda pero de suspenso irresistible: Harold Lloyd se ve obligado a trepar un edificio de varios pisos, por la parte de afuera.

+ info

La caída de la casa Usher

A través de múltiples sobreimpresiones, travellings inverosímiles y diversas velocidades de rodaje, Epstein describe el enrarecimiento progresivo que afecta el entorno de Roderick Usher, la obsesión que lo lleva trasladar literalmente el alma de su mujer a un cuadro y el tormento que supone para él la perturbación de sus sentidos.

+ info

El caballo de hierro, de John Ford

El caballo de hierro

La unión de los Estados Unidos a través de la vía férrea es el tema de este film, uno de los primeros y mejores westerns épicos de la historia del cine. Fue también un esfuerzo de producción considerable, con abundante rodaje en locaciones difíciles.

+ info

Sed de mal, de Orson Welles

Sombras del mal

Sobre el final del apogeo del film noir, Welles estrenó este ejemplo máximo del género que además es un catálogo de sus obsesiones recurrentes, empezando por la esquiva naturaleza de la verdad y las difusas fronteras de la ley.

+ info