Algo cotidiano (lamentablemente cotidiano, esto es) que dispara algo inusual, paranormal: un accidente automovilístico, un coma de cinco años, un don psíquico para ver la vida de los demás mediante un apretón de manos.
Corren días difíciles para Liz, madre primeriza de Nicanor y esposa de Gustavo, de viaje filmando en Chile. Liz parece perdida y sola, visita todos los días el parque vecino a su casa.
Narcisa Hirsch es la madre del cine experimental en Argentina. Si bien su obra cinematográfica surgió en circunstancias históricas del todo desfavorables, las películas de Hirsch han sido desde siempre un espacio de libertad y resistencia.
Christian Villeneuve, pionero en la investigación y el desarrollo del dominio de la energía eléctrica aplicada a los medios audiovisuales, es un personaje absolutamente ignorado por las historias oficiales.
Esta historia de una viuda que se enamora del espíritu de un marino, tiene momentos muy logrados a nivel de atmósfera y cuenta con dos intérpretes superlativos, Gene Tierney y Rex Harrison, además del plus de una excelente partitura musical del gran Bernard Herrmann.
Durante décadas, la desnudez de las mujeres originarias fue la única permitida por los censores del cine.
La película cuenta la historia de un ingeniero que, tras la desaparición de su hijo en la selva amazónica, vuelve una y otra vez (durante diez años) en su búsqueda. Insólitamente, es una de las películas favoritas del director Apichatpong Weerasethakul.
El film mezcla material de archivo, ritos ficticios, diálogos en lenguas desconocidas, algo de erotismo etnobiográfico y otros elementos inusuales en nuestro cine. Sólo por su increíble clímax merecería ser un film de culto, pero debido a la falta de copias, casi nadie lo conoce.
El director, explorador y fotógrafo alemán Franz Eichhorn desarrolló toda una filmografía alrededor del Amazonas alternando, curiosamente, documentales científicos con ficciones de aventuras exóticas.
El protagonista del film es el sertanista Ayres da Cunha, que vuelve a la aldea Kalapalo donde algunos años antes había conocido a la joven Diacuí. Venciendo las trabas legales del período y respaldado por una sonora campaña periodística, Da Cunha se casó con Diacuí en Río de Janeiro.
Una tarde, Harvey Magallanes ve subir a su taxi a Celina, una mujer que conoció veinticinco años atrás, cuando él era un soldado atrapado en la pesadilla de prestar servicio en zona de conflicto y ella una campesina aún menor de edad que tuvo la terrible suerte de toparse con él.
El falso escultor
Por más que les pese a muchos, los mejores films “beatniks” no los hicieron los sótanos neoyorquinos de vanguardia sino -y una vez más- Hollywood. Éste trasunta el más puro estilo o más bien actitud de ese sentimiento de época.
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