Berlín oriental, otoño de 1961. Sophie y Konrad quieren huir juntos a través de la canalización al oeste. Sophie lo logra. Konrad se ve sorprendido por un coche militar y se queda atrás. A partir de ese momento la vida de los dos amantes sigue un curso totalmente distinto.
Siglo XIX. En la comarca del Hesse, en el centro de Alemania, la situación de los campesinos es de una miseria absoluta.
Todos los recursos formales del film están puestos en función de la sátira, que empieza con el joven cantante y el negocio que lo sostiene, pero se extiende hacia los medios masivos de comunicación: las revistas, las fotonovelas, la radio y sobre todo la TV, medio que Kuhn conocía a fondo y sobre el que ironizaba desde su primer film.
Alias Yineth trata sobre la guerra en Colombia, desde el punto de vista de Yineth, una campesina reclutada por la guerrilla a los doce años. Quince años más tarde, Yineth trabaja para el gobierno en programas para la desmovilización y reinserción de combatientes de la guerra.
Este fue uno de los proyectos más personales del realizador Mario Soffici, que desde el principio de su carrera había aprendido a lidiar con la industria para lograr un equilibrio entre los deseos propios y los ajenos.
Romero dedicó una fuerte zona de su filmografía a las comedias sobre los prejuicios y pretensiones de clase, consciente de que su público era mayormente popular y miraba a la aristocracia desde afuera.
Tras la muerte de su esposa, un hombre encuentra a una mujer idéntica y se obsesiona con recrear el amor perdido. Con la inestimable ayuda del fotógrafo Alberto Etchebehere, el realizador exploró a fondo las posibilidades visuales de este relato sobre “un alma torturada”.
El film es una fantasía biográfica alrededor de la figura del legendario cantor José Betinotti, autor de la canción «Pobre mi madre querida», lo que permite recreaciones detalladas del circo criollo, de los tempranos estudios de grabación fonográfica, de los mítines políticos, de las primeras luchas obreras y de los orígenes del tango-canción.
Como indica su título, el film es un retrato descarnado de Santos Pérez (Federico Luppi), presentado sin ambigüedades como instrumento del poder en virtud de la astucia ajena pero sobre todo de su propio servilismo, cimentado en un entorno de ignorancia y embrutecimiento.
Diversas circunstancias impiden el amor entre dos jóvenes, a lo largo de varios años, en este elaborado melodrama rural, que Del Carril compuso a partir de una obra de Hermann Sudermann (el mismo autor del tema original del film Amanecer, de F. W. Murnau).
La historia de un joven de familia acomodada que busca vengar la muerte de su hermano es el punto de partida para una descripción de contrastes entre el ambiente de los malevos, el tango y las apuestas en los reñideros, con el de la aristocracia porteña, sus niños bien y sus muchachas educadas en París.
Pasión imposible
Argentina, 1943, con Hugo del Carril, Sabina Olmos, Alicia Barrié, Eduardo Sandrini y Elina Colomer.
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