Los autores Betty Comden y Adolph Green escribieron relativamente pocas películas, pero dos de ellas bastaron para ganarles el cielo: Cantando bajo la lluvia (Gene Kelly y Stanley Donen, 1952) y Brindis al amor. La misma precisa ironía que ambos habían desplegado para retratar los inicios del cine sonoro en Hollywood aparece aquí aplicada al mundo de los musicales de Broadway. Dos autores (Fabray, Levant) persuaden a un veterano bailarín (Astaire) de participar en una nueva obra, que será transformada en espectáculo delirante por un director excéntrico (Buchanan), más o menos inspirado en la personalidad teatral de Orson Welles. Al igual que en Cantando bajo la lluvia, buena parte del encanto del film surge del humor con que aborda situaciones reales, como las inseguridades profesionales y los egos de los distintos personajes involucrados o la descarnada parodia que Astaire hace de sí mismo, evidente en el comienzo del film, que incluye una memorable aparición no acreditada de Ava Gardner.
Como si el humor fuera poco, el film contiene una serie de números musicales clásicos en un amplio registro que va de la encantadora sencillez de That’s Entertainment a la compleja maestría coreográfica de Girl Hunt, inspirado en los policiales duros de Mickey Spillane. Hace años que esta obra maestra no se ve en fílmico en Argentina. Se la exhibirá en copia nueva, en imprescindible Technicolor.
Dirección: Vincente Minnelli
Elenco: Fred Astaire, Cyd Charisse, Oscar Levant, Nanette Fabray, Jack Buchanan.
EUA, 1953, 111'.