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Gracias a una excelente gestión del Comité de Adquisiciones del museo -que este año logró una recaudación récord de USD 340.000 dólares-, Malba anuncia la incorporación de dos nuevas obras para su Colección: la pintura Naturaleza Viva II (1941/42) de Maruja Mallo (Lugo,1902 - Madrid, España, 1995) y la pieza Mobile #3 (2021) de María Campos Pons (Matanzas, Cuba, 1959).

Las obras fueron votadas por los miembros del Comité de Adquisiciones, a partir de una selección propuesta por el Comité Artístico del museo, representado por Gonzalo Aguilar (UBA-Unsam/ Conicet), María Amalia García (Malba), Andrea Giunta (UBA/ Conicet) y Octavio Zaya (curador independiente, Boston/Tenerife).

A diez años desde su creación, el Comité de Adquisiciones (CDA) volvió a llevar adelante una campaña de desarrollo de fondos para continuar con su misión de completar y actualizar el acervo del museo. “Es un honor gestionar el trabajo de un grupo de personas tan comprometido con el arte latinoamericano y con el crecimiento del Malba. Este año superamos nuestras expectativas y no solo alcanzamos una recaudación récord, sino que crecimos como comité con nuevos miembros, ampliando los espacios de participación en torno al museo a través de viajes y programas especiales”, destaca Elena Nofal, Directora de Desarrollo a cargo del Comité de Adquisiciones.

Además de las piezas de Maruja Mallo y María Campos-Pons, en el marco de arteBA 2022 el museo también incorporó este año cinco obras de tres artistas argentinos: Edgardo Antonio Vigo, Claudia del Río y Florencia Rodríguez Giles.

Nuevas obras para la Colección Malba

Maruja Mallo (Lugo,1902 - Madrid, España, 1995) fue una pintora enmarcada en la École de Paris y vinculada al surrealismo. Durante la Guerra Civil Española se exilia y recorre gran parte de América donde su obra es muy aclamada y realiza varias exposiciones (Chile, Río de Janeiro, Nueva York). En 1937 se instala en Buenos Aires y su actividad se vuelve clave para la escena local. Al igual que otros artistas contemporáneos, Mallo consideraba que el destino de la pintura no estaba sólo en el cuadro, sino también en el muro, en la cerámica, en la escenografía; la misión de las artes plásticas estaba en su integridad.

La serie titulada Naturalezas vivas refleja la fascinación de la artista por las costas de Chile y Uruguay. Son 16 obras realizadas entre 1941 y 1943 con medusas, orquídeas, estrellas de mar, caracolas y rosas, pintadas en brillantes colores y perfección geométrica.

“Las composiciones de esta serie, de extraordinario virtuosismo, revelan esquemas geométricos subyacentes que ella bautizó como ‘trazados armónicos’. Esta obra se engarza perfectamente en la Colección Malba, no solo en la línea de las mujeres surrealistas, sino también sobre la idea del actual montaje en torno de Habitantes en tránsito, recorrido que precisamente mapea los exilios y viajes entre Europa y América durante el siglo XX.”, explica Marita García, Curadora en Jefe del Malba.

La artista María Magdalena Campos-Pons (Matanzas, 1959) explora la complejidad de su heterogénea identidad cubana a través de la pintura, la instalación, el video, la fotografía, la escultura y la performance. Investiga temas de género, sexualidad, religión y las historias individuales y colectivas que emergen de la reivindicación de sus raíces africanas, los márgenes, la diáspora, el exilio.

Su serie “The Rise of the Butterflies” (El ascenso de las mariposas), está dedicada a Breonna Taylor, una mujer afroamericana cuya muerte violenta en manos de policías se enmarca en el movimiento Black Lives Matter. Basándose en el recorrido vital de las mariposas, investiga sobre la metamorfosis y la transformación. El móvil de vidrio está realizado según las técnicas del cristal de Murano y sus colores se inspiran en las pigmentaciones de las alas de las mariposas y los exuberantes patrones y diseños de la naturaleza.

“Esta pieza de la artista cubana María Magdalena Campos-Pons nos permite ampliar la representación del Caribe en la Colección Malba y hacerlo con la riqueza de su herencia multiétnica, dado que la artista creció en una plantación de azúcar y en el seno de una familia con raíces nigerianas, hispanas y chinas”, en palabras de Marita García.