El espantoso título de estreno rioplatense esconde uno de los mejores trabajos del eminente director de fotografía John Alton, que por la consistencia de su estilo visual merece ser considerado autor o coautor de todos los films en que trabajó. El tema es puro noir: veterano de guerra con amnesia trata de recuperar su pasado y se mete en una maraña que lo convierte en víctima simultánea del hampa y de la policía. El origen del tema era una radionovela, pero Alton la tradujo en imágenes inolvidables: el rostro de un hombre que se ilumina de a poco mientras descubre datos de su pasado, dos siluetas que discuten a contraluz mientras deciden si pueden tenerse confianza, un auto que escapa y literalmente desaparece en la noche oscura. Sus efectos de luces y sombras no sólo crean la atmósfera espesa que necesita todo buen film noir sino que además disimulan con ingenio las limitaciones presupuestarias de una producción modestísima. En ese plan de utilizar al máximo lo poco se tiene se destaca el protagonista John Payne, un actor de madera cuya natural expresión desorientada y ausente es perfecta para encarnar a un personaje sin recuerdos.
Arrostrando la muerte (The Crooked Way, EUA-1949) de Robert Florey c/John Payne, Sonny Tufts, Ellen Drew, Rhys Williams, Percy Helton, John Doucette, Charles Evans, Greta Granstedt, Raymond Largay. 90'.