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Malba anuncia la nominación de la Sala de la Colección Permanente a nombre de Ricardo Esteves, en reconocimiento a su continuo y persistente rol esencial en la formación de la Colección Malba. Desde hoy su nombre encabeza la sala principal del museo que alberga actualmente la exposición Tercer ojo.

El acto en el auditorio comenzó con unas palabras de bienvenida de Teresa Bulgheroni, Presidenta del museo, luego Ricardo Esteves (h) fue el encargado de leer las palabras de su padre, quien no pudo asistir al evento, en agradecimiento a Costantini y al museo. A continuación, Eduardo Costantini, dialogó con la crítica de arte Ana María Battistozzi sobre los cuarenta años de relación con su amigo y mentor Ricardo Esteves, figura fundamental en la conformación de la Colección originaria del museo y de la suya propia. Destacó su ojo innato para descubrir obras clave, que con el paso de los años han reconfirmado su relevancia histórica. En palabras de Eduardo Costantini: “La Colección Malba no existiría sin Ricardo. Este es un momento muy importante para el museo porque Malba escribe su historia, la identifica. Poner el nombre de Ricardo a la Sala de la Colección hace honor a la verdad, Ricardo es parte insoslayable de la Colección y nosotros estaremos siempre agradecidos”.

Desde 1982 y hasta la fundación de Malba en 2001, Esteves le hizo descubrir a Costantini importantísimas obras que ahora forman parte de la Colección Malba, como el conjunto de obras de Xul Solar, Manifestación (1934) de Antonio Berni, Abaporu (1928) de Tarsila do Amaral, Autorretrato con chango y loro (1942) de Frida Kahlo, entre muchas otras. Una vez inaugurado el museo, Esteves siguió año tras año sugiriendo y alentando a Costantini a realizar nuevas adquisiciones, esta vez para su Colección particular. Entre las adquisiciones de los últimos años, se destacan Diego y yo (1949) de Frida Kahlo, Baile de Tehuantepec (1928) de Diego Rivera, Tragedia del Pongo (1932) del artista boliviano Alejandro Mario Yllanes, la escultura Bachué (1925) del artista colombiano Rómulo Rozo y Las distracciones de Dagoberto (1945) de Leonora Carrington, que llega en tres semanas a Buenos Aires para ser exhibida en Malba. Todas las compras fueron hechas en diálogo permanente entre ambos amigos y conforman una cartografía del arte latinoamericano a partir de las mejores piezas de los grandes artistas latinoamericanos.

Durante la conversación pública se proyectaron imágenes de algunas de estas obras icónicas de arte latinoamericano y fotografías de Esteves en distintas exposiciones y eventos del museo desde su fundación en 2001 hasta la actualidad. Entre los más de 200 asistentes, estuvieron presentes las autoridades del museo, la familia de Ricardo Esteves, su mujer Elena, sus hijos y nietos, galeristas, coleccionistas y amigos. Al finalizar la conversación, los invitados subieron al primer piso para descubrir la inscripción “Sala Ricardo Esteves” y recorrer la exposición Tercer ojo. Con este acto se formalizó el rol esencial de Ricardo Esteves en la historia de Malba.