Un lugar común de la crítica: los films en episodios son desparejos. Eso dijeron en su momento de El amor a los veinte años, y más tarde la fama de Truffaut opacó al resto de los episodios. Una revisión contemporánea demuestra más bien que los distintos episodios de este compendio multicultural se enriquecen entre sí. El propio Truffaut ideó el tema porque quería volver al universo de su opera prima, Los 400 golpes, pero no se atrevía a hacerlo en formato largo. En cambio desarrolló una breve historia con Antoine Doinel enamorado, que abre el film y efectivamente insinúa las posibilidades que el director exploró después en otras películas donde regresó sobre el personaje. El episodio italiano es adecuadamente melodramático y Renzo Rossellini lo realiza de manera sencilla y breve: una mujer madura enfrenta a la muchacha por la cual ha sido abandonada. El lado oscuro del amor surge en el segmento japonés, en el que un joven sublima sus frustraciones a través del crimen. Se trata del segmento más estilizado del film y el único que explora a fondo las posibilidades expresivas de la pantalla ancha. La sorpresa del film es el segmento de Marcel Ophüls, donde se describe el reencuentro de un periodista con una amante ocasional, que acaba de tener un hijo suyo. Ophüls logra un retrato convincente de ambos personajes, primero con divertidas ocurrencias formales pero después con cuidadosos detalles de caracterización, y lo resuelve con una equilibrada combinación de calidez y realismo. El episodio de Wajda es el más extraño, en parte porque practica un humor bastante críptico, pero también porque se mantiene absolutamente impredecible. Los recuerdos de la guerra son infaltables, como en todos sus primeros films, pero aquí importan sólo como evidencia de que hay una nueva generación que ha logrado desprenderse de ella.
El amor a los veinte años (L’amour à vingt années / L’amore a vent’anni / Liebe mit zwanzig / Milosc dwudziestolatkow / Hatachi no koi, Francia / Italia / Alemania Federal / Polonia / Japón-1962) de François Truffaut, Renzo Rossellini, Marcel Ophüls, Andrzej Wajda y Shintaro Ishihara, c/Jean-Pierre Léaud, Zbigniew Cybulski, Christian Dormer, Kojoi Furuhata, Cristina Gaioni. 120’.