Nunca estuvo perdido, ganó premios en festivales europeos y hasta tuvo un cierto éxito de taquilla en su momento, pero sin embargo no aparece en la mayoría de los textos de referencia. Algunos lo consideran el último auténtico film noir. Otros lo citan como parte de la movida independiente neoyorquina que terminó llamándose New American Cinema. Lo cierto es que el film es ajeno a todos los mundos: demasiado independiente para ser aceptado por Hollywood y demasiado fiel al género para que lo celebraran los independientes. En esa misma soledad transita su protagonista, un asesino profesional que llega a Nueva York para cumplir un contrato y que, mientras espera, encuentra personajes de mundos irreconciliables, algunos de su sórdido presente y otros de su lejano pasado, todos igualmente ajenos. A pesar de un presupuesto minúsculo, el director -que fue también guionista y protagonista- logra que todo funcione y que ese clima de soledad y fatalismo termine por anticipar obras maestras posteriores de Jean-Pierre Melville, notoriamente EL SAMURAI.
EL VERDUGO CONDENADO (Blast of Silence, EUA-1961) de Allen Baron, c/Allen Baron, Molly McCarthy, Larry Tucker, Peter Clune. 77’.