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Unos astronautas visiblemente hippies vagan por el espacio con la misión de detonar planetas inestables. El abundante tiempo libre entre una misión y otra provoca estragos entre ellos y pronto se vuelven evidentes diversos desequilibrios. La ópera prima de John Carpenter comenzó como un proyecto estudiantil y luego se amplió a un largo de presupuesto ínfimo pero lleno de ideas, citas, homenajes y parodias de varios clásicos de la literatura y el cine de ciencia ficción. Coescrita (e interpretada) por Dan O’Obannon, tiene toda una zona que anticipa su guión de ALIEN (aquí personificado por una pelota inflable con patas). También hay una versión paródica de la computadora rebelde de 2001 de Kubrick, convertida aquí en una bomba inteligente a la que hay que persuadir con argumentos filosóficos para que no explote. En términos de estilo no guarda una notoria relación con el cine posterior de Carpenter aunque sí comparte la virtud más importante de todo su cine: mejora con cada revisión. Nunca se estrenó en Argentina pero en los 80s se editó en VHS bajo el ridículo título ALIEN COSMIC. Texto de Fernando Martín Peña.