El cine de Narcisa Hirsch está cumpliendo poco más de 50 años, desde sus primeros experimentos con la cámara de Raymundo Gleyzer, hasta sus últimos acercamientos al Cosmos, bajando imágenes de YouTube. Sus películas siempre circularon para un público muy reducido, cinéfilo, escondido en los márgenes.
El Programa 1 de este ciclo incluye las siguientes proyecciones:
Rafael agosto 1984 (1984, 12')
Sobre el agua se inclinan los juncos. No hay nostalgia. Una carta filmada para Rafael Maino en 1984 con relatos de la cineasta a modo de memorias de un paraíso. Un paraíso formulado a lo largo de siete años por la amistad entre Rafael y Narcisa: “si hubo alguna pelea es algo más grande que vos y yo, es la pelea entre dos mitos”. Esta película puede ser considerada como parte de la serie de los diarios junto a Orfeo y Eurídice.
Para Virginia (1984, 15')
La ciudad de Bariloche, que aparece en esta película como un lienzo para las palabras de Virginia, es un lugar muy importante en la vida y obra de Narcisa Hirsch. Esta película es una carta, con imágenes de la ciudad patagónica atravesada por la danza y la vida cotidiana a modo de homenaje a esta mujer, que en sus cartas escribe: “Y bueno, me fui, porque la carne es débil”.
Seguro que Bach cerraba la puerta cuando quería trabajar (1979, 26')
En su segundo intento de filmar esta película en 1979 -siendo los otros en 1974 y 2005-, Narcisa Hirsch da a un grupo de mujeres la oportunidad de batalla contra aquellos castigos de los que Narciso y la ninfa Eco sufrieron: en el primero la belleza como una especie de enfermedad autoinmune y la segunda, la imposibilidad de hablar. El resultado son los singulares discursos de cada una de estas mujeres, en un desdoblamiento que reflexiona sobre sus propias imágenes.
A Dios (1984, 25')
Esta película es presentada por Narcisa de la siguiente manera: “En homenaje a Jung y a todos los hombres que me ayudaron a vivir”. Los hombres a los que se refiere viven, se mueven, trabajan y se funden con la naturaleza en una búsqueda de lo intrínsecamente masculino y lo brutal. Esta obra resulta, de alguna manera, singular entre una filmografía de prolífico interés por lo femenino.
Duración total: 73'.
Textos de Lucía Ciruelos.