El guionista Jean-Claude Carrière, que fue coautor de casi todos los films de Étaix, lo definía con toda justicia como un “hombre de múltiples talentos”.
A fines de los 40 la dupla integrada por Dean Martin y Jerry Lewis tomó el mundo del espectáculo por asalto con un éxito fulminante.
AL COMPÁS DE LA MÚSICA es una revista musical de bajo presupuesto y bastante convencional, pero sus momentos más felices son las apariciones de los Tres Chiflados (Moe, Larry y Curly).
Costello interpreta a un espectro del siglo XVIII que no puede trascender al Más Allá y Abbott a un hombre del siglo XX que se ve obligado a ayudarlo.
Langdon fue el más extraterrestre de los grandes cómicos. Su personaje era un inocente, completamente ajeno a todas las leyes de este mundo.
El nombre de Charley Chase no suele figurar entre los grandes cómicos del cine norteamericano pero debería, porque nunca hizo un mal film y porque definió un estilo de humor que es el más temprano antecedente de la actual sitcom.
Griffith personifica a una especie de dandy sofisticado e imperturbable, capaz de enfrentar las situaciones más riesgosas con reacciones completamente imprevistas y siempre con una sonrisa.
Fue el más exitoso de todos los cómicos de su tiempo, quizá porque el optimismo de su personaje coincidió con el de toda una generación.
Cada uno de estos films, de los que en esta ocasión veremos apenas tres, es un prodigio de inventiva, ritmo y coreografía cómica.
En este cortometraje, Arbuckle evoca precisamente sus años formativos en el vaudeville, su público implacable, su raigambre popular y satírica.
Los hermanos Marx en el circo
Al principio era cinco, luego cuatro y finalmente quedaron tres. Se hicieron célebres en el teatro durante los años veinte y fueron el grupo cómico perfecto para el cine de la transición sonora.
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