Viena, 2019: el final de una era. La prohibición de fumar en lugares públicos significa que una parte de la cultura de los cafés ha desaparecido. De todos los momentos, este es el que elige Angeliki para comprarse un departamento con la ayuda de su amiga diseñadora de interiores, Carmen.
El empleo de la cita se desentiende del prestigio de su origen, porque todos los libros, las imágenes y los sonidos constituyen una memoria en movimiento sin dueño reenviada a nuestro presente para incitarnos a pensar de otro modo. En efecto, la palabra ya no es la única fuente de transmisión de una tradición. La imagen también.
La contrapartida de la actividad incansable de los personajes de las películas de Godard está en una insatisfacción manifiesta por las limitaciones y los estereotipos de las ‘acciones’. Así, en Pierrot el loco, el aburrimiento o el hastío de Marianne es lo que moviliza el escaso argumento.
“Desapareced, espíritus”, dice Anna mientras abre las puertas al reverberante mar Egeo. Sin embargo, los fantasmas no se dejan ahuyentar fácilmente. Su marido Max, a quien ha perdido recientemente, está junto a ella tanto como León, su difunto padre, que sigue metiéndose en su vida cotidiana y dándole buenos consejos.
El amigo alemán cuenta la inusual historia de amor entre Sulamit y Friedrich, quienes se conocen durante su adolescencia en el Buenos Aires de los años 50. Un amor que transcurre con el telón de fondo de los grandes cambios políticos en la Alemania del 68 y de la dictadura militar en la Argentina; un amor que dura toda una vida.
La película sigue las huellas de una mujer y su vida desde Francia a Alemania hasta el exilio en Argentina. La cineasta reconstruye las estaciones del exilio y la incertidumbre como una arqueóloga. El resultado es una vorágine de imágenes asociativas que también dejan espacio para lo indecible.
Breves historias sobre mujeres teniendo citas con hombres en la Ciudad de Buenos Aires. El deseo, la seducción, la ternura y el sexo aparecen en este primer cortometraje de Júlia Barata, que captura, con humor, y un fuerte sentido de la observación, experiencias contemporáneas en tiempos de apps.
Clara Jost detiene su mirada en una planta de tomate. La maceta en la que crece, su evolución, su accidentado ciclo de vida, que concluye de la manera más simple posible, ofreciendo un único fruto: pequeño, rojo, vibrante y lleno de semillas.
Por medio de un estimulante cruce de técnicas -que incorpora tanto la fotografía, como la animación tradicional o el stop motion-, Isabel Aboim Inglez construye un collage tan lúdico como personal en el que reflexiona sobre el paso del tiempo, las edades, las dolencias y la naturaleza humana.
Las casas son espacios en los que todo parece poder convivir. Objetos, alimentos, recuerdos, animales; y todos esos elementos construyen y cuentan a su vez un relato. Recorriendo esas huellas, Inês Lima esboza la historia de una familia del norte de Portugal.
Durante la Segunda Guerra Mundial llegaron como refugiados a Portugal más de 5.000 menores de edad provenientes de Austria para ser acogidos por familias adoptivas. Se los conoció como ‘los niños de Austria’. Susana de Sousa Dias y Ansgar Schäefer recuperan estas historias de vida recurriendo al testimonio en primera persona de varios de aquellos niños, hoy ya ancianos.
El desprecio
Las exigencias de hacer una película con un presupuesto comparativamente alto y con estrellas, basado en la novela de un escritor conocido (Alberto Moravia), limitaron la faceta collage experimental de Godard y lo obligaron a concentrarse en un relato lineal.
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