Melkor, el demonio rebelde, elige Buenos Aires para convertirla en su infierno personal desatando una invasión demoníaca. Zombis y demonios caminan la tierra: todo es caos, fuego y muerte. El único que puede detener a las hordas del inframundo es el Cazador, pero ¿cómo despertar el interés de esta bestia-hombre?
En los días del golpe de estado en Bolivia de noviembre de 2019, el periodista argentino Sebastián Moro muere en circunstancias no aclaradas, la propia voz y las palabras de Sebastián reconstruyen su periplo de Mendoza a la Paz y echan luz sobre los motivos de su muerte.
Este film ¿es o no es sobre Clorindo Testa? Y si no ¿sobre qué es? ¿Es sobre la vida del director, sobre la vida de su padre, sobre la vida de su país? Entre estas amenazas y otras aún peores navega esta pequeña, microscópica aventura.
Una meditación visual sobre el retorno al origen a partir del registro de un viaje en soledad de un año y medio alrededor del Círculo Polar Ártico.
Una mujer puede (o no) estar siendo la víctima preferencial de una conspiración para dar a luz al hijo de Satanás. Mientras George A. Romero y sus muertos vivientes modificaban el género desde los márgenes, Polanski lo hacía desde el corazón del cine mainstream, agudizando al máximo los recursos de caracterización y tensión psicológica que ya había demostrado.
El príncipe Nur-er-Din trata de encontrar a su novia, que ha sido secuestrada, con el fin de conseguir el gobierno de una ciudad. La búsqueda lo lleva al fin del mundo, y durante el viaje escuchará numerosas historias de sexo y traición.
En la época en que Hollywood peleaba su supervivencia contra el avance de la TV, parte de su estrategia consistió en aumentar el tamaño de las superproducciones en todos los sentidos posibles. Así se realizaron verdaderos colosos cinematográficos, que sólo muy ocasionalmente llegaron a estar a la altura de sus descomunales ambiciones.
Helen Wright (Joan Crawford) es una seductora mujer que siempre consigue lo que quiere: vestidos, hombres, joyas. Un día conoce a Paul Boray (John Garfield), un joven y brillante violinista, que no se deja manipular. Al contrario: en esta ocasión y, por primera vez, Helen es víctima de su amor por un hombre.
El film –ambientado en la época de la Primera Guerra Mundial- transcurre en su totalidad en un barco, en el que una serie de estrellas de la ópera van a enterrar en el mar a un colega fallecido. Dentro de un tono general elegíaco y fúnebre, el humor no está ausente (hay un irónico narrador) y varias escenas remiten a lo mejor de la imaginería inagotable del realizador.
Es muy difícil señalar una obra maestra en una filmografía como la de Melville, que incluye varias, pero si hubiera obligación de elegir una es probable que ésa deba ser El círculo rojo porque supuso la culminación del estilo y los temas que el director venía trabajando.
La historia empieza de la mejor manera posible: en 1935 Frances es contratada por la Paramount y considerada por la prensa como “la nueva Garbo”, pero las cosas no tardan en complicarse y sus constantes enfrentamientos con todo lo que representaba al poder y la sociedad bienpensante de la época, la llevan de las luces de Hollywood a las sombras de las instituciones mentales.
El estado de las cosas
Tras su conflictiva relación con Coppola durante la producción de Hammett, Wenders realizó este film sobre un director obligado a interrumpir su rodaje por falta de recursos. Su veterano director de fotografía, que prefiere ocultarle el hecho de que se están quedando sin película virgen, no es otro que Sam Fuller.
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