La verdadera razón para correr a ver este film se llama Clara Bow y fue, durante la segunda mitad de la década del 20, un verdadero sex symbol del cine norteamericano.
Durante el período mudo, el mito del amante exótico nunca fue tan bien servido como en este film, cuyas imágenes quedaron fijas en la iconografía del siglo. Se trata de la secuela del film El sheik (1921), por lo que Valentino interpreta al personaje de ese primer film y también a su propio hijo.
Inspirada libremente en la masacre histórica de Custer, la película distingue entre la historia real y la mítica, abunda en extensas situaciones de comedia y tiene una de las mayores interpretaciones que realizó Henry Fonda en toda su carrera.
Una década después de la desaparición de su mejor amigo y compañero musical, Guille recibe la propuesta de editar un disco que grabó con su ex banda. Esto moviliza a Guille, quien intenta recortar los límites de su soledad, barrer los desencantos, encontrarle un sentido a la pérdida y dar los primeros pasos hacia un nuevo destino.
Nelson tiene 45 años y es trompetista de la banda de la Fuerza Aérea hace más de 20. Siente que no ha logrado nada en su vida y desea hacer algo importante pero la rutina siempre ha disuelto sus deseos.
En las stag-movies no suele haber bellezas neumáticas, artefactos rebuscados, ni esfuerzos acrobáticos de satisfacción. Apenas gente común, haciéndolo frente a una cámara.
Dos jóvenes se enamoran pese a la rivalidad de sus respectivos padres, que compiten por el transporte a vapor en el río Mississippi. Keaton ya había utilizado un punto de partida similar en La ley de la hospitalidad (1923), pero esta vez decidió culminar su film con un huracán.
Una serie de confusiones y enredos culminan en una situación absurda pero de suspenso irresistible: Harold Lloyd se ve obligado a trepar un edificio de varios pisos, por la parte de afuera.
A través de múltiples sobreimpresiones, travellings inverosímiles y diversas velocidades de rodaje, Epstein describe el enrarecimiento progresivo que afecta el entorno de Roderick Usher, la obsesión que lo lleva trasladar literalmente el alma de su mujer a un cuadro y el tormento que supone para él la perturbación de sus sentidos.
Nadar solo
Martín tiene diecisiete años. Con su familia cada vez se comunica menos. En el colegio lo están por echar. La pequeña banda en la que toca sigue estancada. Su amigo de siempre ya no está tan cerca como antes. El desaliento, la insatisfacción por el presente que no lo conforma y el futuro que se acerca cada vez más incierto.
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