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En poco más de una hora y veinte, Passendorfer describe minuciosamente la preparación, ejecución y resultados de un atentado de la resistencia polaca sobre la ocupación nazi, basado en un episodio real. Poco y nada se sabe fuera de Polonia sobre el resto de la obra del realizador, probablemente prescindible, pero este film merece un mejor recuerdo, aunque solo sea por el resultado circunstancial que logró gracias a una su atención por los detalles, la ejemplar concentración dramática y el suspenso inherente a la situación.

“El atentado es cometido por un grupo de estudiantes polacos, en Varsovia y en 1943, contra un alto oficial nazi de la ocupación, previo estudio de los movimientos callejeros necesarios y mediante el simulacro de un accidente. (…) El film ya sería admirable por la acción aunque no tuviera otra virtud. En la preparación del atentado, en el tiroteo de pocos minutos con que culminan los planes, y en la derivación posterior, el relato es objetivo, medido y dinámico, con el estilo tradicional de los buenos films policiales. Bajo la acción el film tiene además un notable estilo dramático, (…) que sugiere sin decir y que opera con la inteligencia del espectador. Un film que se contenta con una larga imagen de agua que se aquieta, para expresar así calladamente la muerte de dos héroes caídos al río, sabe decir también en silencio la corriente de heroísmo que alienta a esos estudiantes. La última escena es ejemplo de esa elocuencia, (…) habría que buscar en films ingleses, o quizá en La batalla del riel de Clement, para hallar una manera dramática similar”. Texto de HAT extraído de Crónicas de Cine, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1973.

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