Aunque el mito del vampirismo estuvo siempre relacionado con la sexualidad, recién a fines de los 60 el cine (y en particular la legendaria productora Hammer) se atrevió a relacionar ambos más o menos explícitamente en una serie de films con atractivas damas ligeras de ropa. Varios de esos films se basaban libremente en los personajes creados por Sheridan Le Fanu para su relato Carmilla, como sucede con estas dos películas.
Las hijas de Drácula es la mejor de las dos, en parte por el enérgico protagónico del gran Peter Cushing, y en parte porque John Hough tuvo a su disposición mayores medios que Sangster para recrear con convicción el contexto de la trama. Dos hermanas gemelas huérfanas llegan a un pueblo y una de ellas es seducida –y eventualmente vampirizada- por el diabólico conde Karnstein. El problema es determinar cuál de las dos es la gemela poseída.
Ataúd para un vampiro traslada la historia a un colegio de señoritas (lo que justifica algunas inquietantes escenas en los dormitorios) e incorpora la innovación de una relación amorosa verdadera entre la vampiresa protagonista y un escritor, que trata de salvarla de su naturaleza monstruosa. Muchos críticos han desestimado este film con el argumento de que parece la “fantasía masturbatoria de un adolescente”, y quizá sea realmente así, pero no vemos qué puede haber de malo en ello.
Ambos films se verán en fílmico, en idioma original (con subtítulos electrónicos en castellano) y en versiones algo condensadas, aunque no censuradas.
Las Hijas de Drácula (Twins of Evil, Gran Bretaña-1971) de John Hough, c/Peter Cushing, Madeleine Collinson, Mary Collinson, Dennis Price, Isobel Black, Harvey Hall. 80’ aprox.
Ataúd para un vampiro (Lust for a Vampire, Gran Bretaña-1971) de Jimmy Sangster, c/Ralph Bates, Yutte Stensgaard, Barbara Jefford, Michael Johnson, Susanna Leigh, Mike Raven. 65’ aprox.