Las pequeñas historias que crecen en los márgenes de la Gran Historia fueron menos el tema que el tono que sobrevoló las películas –y los cuentos, y los ensayos, y las novelas- de Edgardo Cozarinsky. Pero aun así, siempre había una dimensión novelesca, un flujo de vidas y destinos y pasiones y convicciones cruzados e interferidos. Apuntes para una biografía imaginaria es, en ese sentido, tanto una continuidad como la apertura de un nuevo rumbo, ya que la microscopía de estas historias –filmadas, encontradas, citadas, amorosas, dolorosas, secretas- no tiene ni la más remota pretensión de iluminar ninguna totalidad. Es parte de una búsqueda –esa hermana siamesa del azar- que va en zigzag y encuentra y abandona, echa una luz tenue y se esfuma, dejándonos siempre con la gratificante sensación de que tras esos bellos y conmovedores textos, tras esas poderosas y desconocidas imágenes hay más, mucho más. En estos tiempos en los que el cine se define por el exceso, Apuntes… produce un efecto extraordinario: su sobriedad es tan discreta y confesional que nos recuerda que el cine no es el rumor del mundo, sino que está hecho de –o mejor: que es– el murmullo de los seres humanos.
Escrita y realizada por Edgardo Cozarinsky
Producción: Constanza Sanz Palacios
Música original: Ulises Conti
Diseño de montaje: Eduardo López López
Diseño de sonido: Gaspar Scheuer
Posproducción: Facundo Pires, Galel Maidana
Restauración de materiales: Juan José Stagnaro