Annemarie Heinrich. Autorretrato con Úrsula, 1938. Colección MALBA.
El próximo jueves 19 de marzo a las 19:00, MALBA inaugura la exposición Annemarie Heinrich. Intenciones secretas, con una selección de 90 fotografías vintage, producidas entre los años 30 y 60. La muestra se propone rescatar la obra más personal e íntima de Annemarie Heinrich (Darmstadt, Alemania, 1912 – Buenos Aires, 2005) y abordar su trabajo desde la teoría feminista.
“Dentro de la historia local y latinoamericana, la producción de Annemarie Heinrich ha sido estudiado casi exclusivamente desde la perspectiva de la técnica y del medio, y no tanto por su construcción de imágenes como creadora femenina. Esta exposición plantea una hipótesis a la hora de analizar su trabajo desde la teoría feminista: ¿Es posible entender el trabajo de Heinrich como una aproximación a la liberación de la mujer que vendrá en años posteriores? ¿Son sus imágenes una construcción proto-feminista? Parte de su obra y de su vida así lo atestiguan”, afirma Agustín Pérez Rubio, Director artístico de MALBA y curador de la exposición.
Intenciones secretas reunirá fotografías vintage (copias de época realizadas por la propia artista) pertenecientes al archivo de la familia, a la colección de MALBA, que ya cuenta con tres obras de Annemarie Heinrich: Autorretrato con hijos (1947), Autorretrato con Ursula (1938) y La mano (1953), las últimas dos adquiridas este año en la feria arteBA, gracias al Programa de Adquisiciones del museo.
Junto con la exposición, MALBA editará especialmente una publicación bilingüe español –inglés, con un ensayo curatorial a cargo de Agustín Pérez Rubio, el texto teórico “Mirada de mujer. Annemarie Heinrich, retratista” de Paola Cortes Rocca y una entrevista a Alicia y Horacio Sanguinetti -hijos de la artista-, a cargo de Victoria Giraudo. Además, una cronología biográfica y la reproducción de las fotos representadas en la muestra.
Emblema de la fotografía argentina del siglo XX, sus búsquedas artísticas más personales quedaron relegadas detrás de su producción comercial, que la consagró como una de las grandes retratistas del cine argentino de los años 40. Vanguardista en su forma de aproximarse al cuerpo y a la sensualidad femenina, la exposición se centrará en sus desnudos y en el registro de su mundo íntimo y familiar. Estas piezas revelan la mirada de una mujer libre y desprejuiciada, que se anticipa en muchos temas al movimiento feminista de los años 60.
Para intentar ilustrar esta hipótesis, se ha organizado la muestra en una secuencia de afinidad temática, comenzando con la creación de un mundo de amigas y relaciones femeninas (Sisterhood). Annemarie participó activamente de una época vanguardista sumamente rica que tuvo a mujeres fuertes como líderes culturales, activas promotoras de la diversidad cultural y del pensamiento liberal. Iniciaron la trasformación del campo artístico porteño desde muy diversos roles: eran actrices, escritoras, intelectuales políticas, coleccionistas e impulsoras de instituciones emblemáticas como la Asociación Amigos del Arte o la revista Sur, entre otras. Annemarie retrató a muchas de estas mujeres, a quienes admiraba y con quienes se vinculó de diferentes formas.
La muestra continúa con escenas poco convencionales de la representación familiar, donde la mujer tiene libertad, sensualidad y una fuerte preponderancia, para pasar luego al grueso de obras, donde los desnudos y manos remiten a la sensualidad y sexualidad y se hunden en los cuerpos erotizados, revelando la mirada de una mujer desprejuiciada, vanguardista. Son imágenes que invitan a preguntarse hasta qué punto y en qué sentido Heinrich se anticipa al movimiento feminista de los años 60.
Se exhibe también documentación diversa: libros de trabajo, catálogos de imágenes, además de fotografías y notas de la Carpeta de los diez (1953-54), de la que fue la única representante femenina. Con esta exposición, MALBA inaugura un programa especial de largo plazo, que tiene por objetivo poner en valor la obra de artistas latinoamericanas que por diferentes circunstancias no han sido suficientemente reconocidas en su época, o cuyo trabajo aún no ha cobrado su real dimensión en la historiografía del arte contemporáneo latinoamericano.
(Darmstadt, Alemania, 1912 – Buenos Aires, 2005),
Comenzó el aprendizaje de fotografía en forma autodidacta en un cuarto oscuro hogareño. En 1930, abrió su primer estudio y en 1933 comenzó a colaborar con revistas sociales. En paralelo a esa actividad, inició su carrera como retratista de grandes figuras del Teatro Colón. Durante cuarenta años ilustró ininterrumpidamente las tapas de las revista Antena y Radiolandia. En la década del 40, trascendió por sus retratos de las estrellas del cine argentino: se especializó en dicho género y en el desnudo. Esta labor profesional tuvo como contrapartida un desarrollo experimental con la imagen fotográfica llevado a cabo particularmente durante sus viajes. Heinrich fue pionera en el trabajo con la fotografía como arte.
Su primera muestra individual fue en Chile 1938 y de allí en más realizó en forma permanente numerosas muestras en el país y en el extranjero. Fue Fundadora de la
Carpeta de los Diez, del Consejo Argentino de Fotografía, y directivo de la Asociación de Fotógrafos Profesionales. Fue jurado de la Federación Argentina de Fotografía y del Foto Club Buenos Aires, y Honorable Excelencia de la Federation Internationale de l'Art Photographique, entre otras distinciones. Vivió y trabajó en Buenos Aires desde 1926 hasta su muerte en 2005.
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