Diego Bianchi (Buenos Aires, 1969) concibe la práctica artística como espacio de ensayo e indeterminación. Genera habitualmente situaciones espaciales abarcadoras que incluyen al espectador en un entorno de pautas estético-conceptuales distorsionadas, en el cual se establecen parámetros contrapuestos de orden y lectura.
A través de sus instalaciones y esculturas, indaga en los procesos de obsolescencia y decadencia de los objetos de consumo, el valor de lo “sin valor”, la simbiosis entre los objetos y las personas, la asimilación del cuerpo como objeto, los procesos sociales distópicos, las interconexiones posibles y absurdas entre las cosas del mundo. Plantea escenarios de exhibición donde las obras (esculturas, objetos, situaciones) tengan la posibilidad de absorber y cautivar sentidos del afuera, como si fueran receptáculos con poder de resonancia para lo que sucede a su alrededor. A menudo incluye la presencia de performers que realizan tareas determinadas y simples, insertadas a modo de microficciones que posibilitan mayor inclusión de lo real.
Entre sus proyectos se destacan Wasted Age en el Perez Art Museum de Miami (2015); Suspensión de la incredulidad (MALBA, 2015; ARCO, 2014); ON ON ON Indetermination en ABC Berlin (2014); Under de si, en colaboración con Luis Garay, en el TACEC de La Plata; Into the Wild Meaning, Visual Arts Center, University of Texas at Austin; Feel Free Feel Fear, Slow Burn. An Index of Possibilities, Tilburg, y Market or Die, 13ª Bienal de Estambul (2013); The Ultimate Realities, 11ª Bienal de Lyon, Francia, y Ensayo de situación, Universidad Di Tella, Buenos Aires (2012); La crisis es estética, 10ª Bienal de La Habana (2009).
Mediante un entramado de hilos sujetos a distintas partes de su cuerpo, un hombre sostiene los objetos de una instalación que lo rodea como un sistema planetario confinado a su núcleo, y sensible a cada respiración. Algunos de los hilos parten de su cabeza: un diente, una pestaña, una oreja, un pelo del bigote. Otros están sujetos a su codo, los dedos de sus pies y su rodilla; otro está atado a su pene; otros, cosidos a algunas partes de su vestimenta.
Los objetos/obras suspendidos son composiciones abstractas que funcionan como un alfabeto fragmentado, cada uno es en sí mismo un sistema de armonía precaria e inestable. La evidencia de su ínfima importancia, el dispositivo extremadamente volátil que contiene cada una de las situaciones, la conexión precisa pero misteriosa con los puntos humanos que las sostienen y el movimiento “quieto”, casi imperceptible, le darán a cada respiración una dramática importancia. El sistema de objetos casi mudos es la extensión de su cuerpo y es su limitación; una hipervinculación totalitaria que diluye al ser es, a su vez, instrumento de liberación.
Bianchi nombra como “presencia” este tipo de performances que exigen del participante la única tarea de permanecer, en las que las acciones, mínimas, están en función de objetos o situaciones que se dan solo gracias a su existencia. Durante el tiempo estipulado, el participante puede moverse, acomodarse o relajarse. La subsistencia del sistema constituye su programa. El estar es su tarea.
Este es el tercer posteo de una serie en la que presentaremos a los ocho artistas que participan de la muestra Experiencia Infinita:
Allora & Calzadilla
Diego Bianchi
Elmgreen & Dragset
Dora García
Pierre Huyghe
Roman Ondák
Tino Sehgal
Judi Werthein
Este texto fue presentado en el marco de una mesa organizada en MALBA el 29 de abril de 2015 sobre “Suspensión de la incredulidad”, la obra de Diego Bianchi que forma parte de la exposición Experiencia Infinita.
20.03— 08.06.2015
Experiencia
Infinita
Artistas: Allora & Calzadilla - Diego Bianchi - Elmgreen & Dragset – Dora García - Pierre Huyghe - Roman Ondák - Tino Sehgal - Judi Werthein.
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