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Ensayos

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Contextualizar. De lo poco realmente imprescindible que dejó Duchamp como legado. Desde la Fountain de 1917, la fuente mingitorio –esa joda que quedó– todo es un poco más contextualizable. El gesto vino a modificar –ampliar– los límites de la noción de espacio de exhibición y por ende espacio de representación. Lo artístico tiene un contexto, un vínculo mental de dependencia; de ahí las insufribles comillas en el aire.

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Primera contextualización: Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires. Curadora española con base en Europa elige articular el sentido de su muestra en la institución con obra paradigmática del arte local. Una escultura de 1965 que por razones de fuerza mayor derivó en performance. Bajo el preciso título Nosotros afuera representa un huevo acostado de casi tres metros de alto. La exhibición que la contiene lleva por nombre La Era Metabólica. Cada título es siempre un contexto y una frontera de significado. Chus Martínez, la curadora, organiza en torno al huevo de Peralta Ramos un mapa hipervincular que permita metafóricamente desvincular subordinaciones. Como en el arte culinario utilizar el huevo de aglutinante. Encontrar en ese huevo la esencia que vincule todas las obras de la sala.

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Segunda contextualización: 9 de diciembre de 2015. 19hs. Tras ocho años al frente del Poder Ejecutivo Nacional, Cristina Fernández de Kirchner despide su mandato con un acto multitudinario en la Plaza de Mayo. En el contexto de la muestra La era metabólica, MALBA invita a Marcelo Galindo, uno de los ocho artistas que la integran, a realizar una acción en el auditorio del museo. Los eventos coinciden en día y hora. Se superponen. La conferencia performática sucede sin buscarlo –aunque sin evitarlo tampoco– durante el mentado fin de ciclo. Ambos acontecimientos se transmiten en simultáneo, vía streaming, para el mundo.

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Llego apenas tarde al museo, pasé un rato por Plaza de Mayo pero no alcancé a presenciar el último discurso de la Presidenta. Ya dentro del auditorio pienso que el huevo de Peralta Ramos y el peronismo comparten eso de funcionar como significantes vacíos. Un agujero donde uno proyecta lo que puede. Entiendo también que Nosotros afuera se recontextualiza constantemente. Afuera de un país, afuera de un museo, afuera de un barrio, afuera del mundo. Un Afuera y un Nosotros. Primera persona del plural. Un yo académico conocido también como el plural de la modestia. Un artificio retórico que propone una pluralidad ficticia. Viniendo del artista, el Nosotros bien puede dirigirse al arte. Nosotros los artistas estamos afuera, sea lo que fuera que pase. Ese huevo condensa en su calma partes iguales de miedo y esperanza; ocurre lo mismo ante el cuadrado negro sobre fondo blanco de Malevich. Es por eso que se vuelve radical la diferencia entre reconstruir la escultura o presentar el registro de la performance destructiva. Desde ya, la pieza propone dos lecturas políticas distintas y ambiguas, escultura o performance como tándem, o como preguntó Masotta a los chicos de una escuelita de barrio: Dios o Perón. El huevo es una madre y uno proyecta ahí lo que puede… la risa, la libertad, el verano de lo que a veinte cuadras de aquí yace muriéndose.

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Fragmento del texto escrito en ocasión de “Wikipedia comparada, conferencia con aplauso arreglado” que Marcelo Galindo realizó en MALBA el 9 de diciembre de 2015 como parte de los Programas Públicos que acompañaron a la exposición La Era Metabólica, curada por Chus Martínez.

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Martín Legón (Buenos Aires, 1978). Estudió Letras en la en la Universidad de Buenos Aires. Formó parte de la Beca Kuitca – UTDT 2010/2011. Durante el 2009 obtuvo una Beca Nacional a la Creación otorgada por el Fondo Nacional de las Artes de su país. Expuso en numerosas ocasiones local e internacionalmente, entre sus últimas muestras cabe mencionar La vuelta al mundo… desarrollada por Inés Katzenstein y Sofía Hernández Chong Cuy entre el Departamento de Arte de la Universidad Torcuato Di Tella y la Colección Patricia Phelps de Cisneros y su partición en la XXX Bienal de San Pablo “La Inminencia de las Poéticas” curada por Luis Perez Oramas. Desde el 2005 dirige Crudo, un proyecto dedicado a la poesía y las artes visuales y la revista Rrose Sélavy. Se publicaron sus libros Test del Hombre bajo la lluvia por Arta ediciones, la La naturaleza del artificio, Apuntes para la Colección Globos por Big Sur editora, y Principios para un Manifiesto Especular en colaboración con el Museo Castagnino+Macro.