A través de una cadena de acontecimientos fortuitos, un inocente jugador de golf termina preso y condenado a muerte en EL CONVICTO 13 (Convict 13, 1920), primera aproximación de Keaton a la lógica onírica y al humor negro. Su especial talento para elaborar gags con objetos se despliega generosamente en la primera secuencia de EL ESPANTAPÁJAROS (The Scarecrow, 1920), un desayuno coreografiado con la precisión de un reloj, que luego deriva en una persecución igualmente exacta con un perro (que, dicho sea de paso, era el perro de Roscoe Arbuckle). El corto UNA SEMANA (One week, 1920) está construido con siete escenas de efecto acumulativo en las que también se construye (y destruye) la casa más excéntrica de la historia del cine. No por nada esta obra maestra fue la que eligió Keaton eligió darse a conocer al público como cómico independiente.