Julian Blair, reconocido doctor, tiene en sus manos un nuevo experimento que hará cambiar la ciencia. Se trata de una maquina capaz de grabar los impulsos del cerebro humano para conocer los verdaderos pensamientos de la persona. Luego de perder a su esposa en un trágico accidente automovilístico, Blair decide utilizar su creación y sus esfuerzos en volver a contactar a su mujer fallecida. El film está basado en la novela de William Sloane, títulada The Edge of Running Water (1939). Sloane (1906-1974), fue un escritor norteamericano de ciencia ficción y fantasía con ciertos condimentos terroríficos. Al igual que Lovecraft, es originario de Nueva Inglaterra, y varios de sus relatos transcurren en la misma región.
Uno de los puntos en común del film con H. P. Lovecraft, es precisamente la obsesión del protagonista con la búsqueda del conocimiento prohibido o desconocido, en este caso, la de un hombre de ciencia que trata de comunicarse con su esposa muerta. Como suele suceder en los relatos de Lovecraft, el protagonista es incapaz de escapar de las consecuencias de su descubrimiento, por ende, su cordura peligra y el desenlace puede ser fatal. La película comparte temas y características con el horror lovecraftiano, y principalmente la caracterización de su protagonista, un ser solitario y aislado en búsqueda de los secretos que el hombre no está destinado a conocer.
La historia de Más allá de la tumba, nos recuerda a ciertos relatos de Lovecraft, en especial, a Aire frío (Cool Air, 1928) y Herbert West: reanimador (Herbert West–Reanimator, 1922). A su vez, es notable la relación con Frankenstein (1818), la obra emblemática de Mary Shelley. Texto de Manuel Pose.
Más allá de la tumba (The Devil Commands, EUA-1941) de Edward Dmytryk, c/Boris Karloff, Amanda Duff, Richard Fiske, Anne Revere. 65’.