Esta ficción nace del exceso.
La ficción como categoría epistemológica nos interpela en relación con la verdad, con la posibilidad de existencia, con el orden de nuestros cuerpos en el mundo, con el valor de nuestras enunciaciones. La ficción sutura nuestros cuerpos y experiencias. Paul B. Preciado elabora el concepto de ficciones políticas vivas con el cual pone de manifiesto la complejidad de los regímenes de normalización y de producción del cuerpo occidental. Lo hace oralmente a borbotones, apenas cubierto por los restos del mobiliario disciplinar de la escuela museo adonde asistimos. [1] Preciado desliga la noción de cuerpo de las nociones modernas de naturaleza y de corpus, entendido este como unidad funcional orgánica, y propone el concepto de somateca. Según Preciado, la somateca podría describirse como el efecto de una multiplicidad de técnicas de poder y de representación que mantienen entre sí diferentes tipos de relaciones tanto conflictivas como simbióticas, propiciando la creación de una ficción política que posee una doble cualidad: la de estar viva y la de ser un lugar de subjetivación. Ficciones que son somáticas, es decir, que toman la forma de la vida y que en ciertos casos pueden ser deconstruidas y reconstruidas a través de diversas estrategias de resistencia y subversión crítica. [2]
En el aula constreñida donde está Paul dando clases, yo estoy sentado en las últimas filas. En el exceso de la enunciación y la escucha que hacemos mutuamente, en el exceso de nuestras somatecas aprendidas e invertidas, la ficción nos habla. El régimen nos excede. Ficciones patógenas es en un principio una exigencia disciplinar de legitimación institucional. Pero le excede. Me excede. Difícilmente sea transferible la experiencia de asistir a las instituciones disciplinarias de la metrópoli, donde la enunciación del saber nos produce como objeto epistémico, económico, político e histórico. Le llamo angustia de exclusión colonial.
La historia de las ficciones somatopolíticas de occidente que despliega Preciado establece tres regímenes somatopolíticos: [3] el régimen soberano, en el que el cuerpo aún está habitado por el poder teocrático, el soberano administra los cuerpos para la muerte; el régimen disciplinario, en el que hay una proliferación de órganos y el cuerpo funciona como una máquina orgánica de reproducción nacional; y el régimen fármaco-pornográfico que se caracterizaría, entre otras cosas, por la aparición de la noción médico-psiquiátrica de género, la proliferación de las tecnologías de intervención del cuerpo, la separación química entre heterosexualidad y reproducción o la conversión de la pornografía en cultura popular. Ficciones patógenas toma de referencia y dialoga con esta historización. Esta historización es un exceso. Solo en este exceso es posible que Paul y yo habitemos la escena de la enunciación de la violencia colonial, la ficción que nos habla.
Paul organiza la temporalidad occidental de los regímenes somatopolíticos europeos en tres períodos enervados por la distribución jerárquica de fluidos como la sangre, el semen, la leche o las imágenes, y sus órganos privilegiados como el útero, los genitales, la mano: el régimen soberano entre el cristianismo y el siglo xvii, el disciplinario entre el siglo xvii y mediados del siglo xx, y el fármaco-pornográfico a partir de mediados del siglo xx a la actualidad. [4] La colonialidad de estos regímenes a partir del siglo xv producirán una serie de ficciones vivas, entre ellas las partes de las Indias.
Ficciones patógenas señala de esta manera un posicionamiento de subversión crítica a la somateca occidental europea. La experiencia de la ficción asociada a la sospecha, la mentira, el tergiversamiento y la deformación es un arma usada contra las pieles y las voces del exceso de la norma del yo, de lo que excede a la somateca occidental, es decir lo que excede el cuerpo-prótesis [5] con que las narrativas occidentales dan cuenta de sí. Esta ficción insiste en su exceso.
Notas
1. Programa de Estudios Independientes, MACBA, 2014-2015, Barcelona.
2. Paul B. Preciado, “La revolución somatopolítica que viene”, “La subjetividad como ficciones políticas”, grabaciones de los audios de clases del ciclo lectivo 2014-2015 del Programa de Estudios Independientes del MACBA, del cual era en ese momento docente y director académico.
3. Paul B. Preciado, “Tecnologías del género. Historia política del cuerpo en la modernidad”, PEI, MACBA, 2014-2015.
4. Paul B. Preciado, “Cuerpo impropio. Guía de modelos somatopolíticos y de sus posibles usos desviados”, Universidad Internacional de Andalucía, 2-4 de Noviembre de 2011.
5. Paul B. Preciado, Manifiesto contra-sexual. Prácticas subversivas de identidad sexual, Madrid, Pensamiento, Ópera Prima, 2002.
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Fragmentos extraídos del libro Ficciones patógenas. Buenos Aires: Rara Avis Editorial, 2019. Imagen: Duen Sacchi. La niña envenenadora, 2015.
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