Cuando esta obra fue concebida, algunos pensadores fundamentales en la escena artística de Buenos Aires –Oscar Masotta, Raúl Escari, Eduardo Costa y Roberto Jacoby, entre otros– estaban analizando las ideas del teórico de los medios Marshall McLuhan y de los semióticos Roland Barthes y Umberto Eco. Exploraban la estructura de los sistemas simbólicos y el modo en que el surgimiento de la televisión –en ese entonces un medio nuevo– afectaría los mensajes que transmitía, incluso cuando su tecnología aceleraba la difusión de la información en todo el planeta. Los intelectuales de Buenos Aires concluyeron que todos los eventos de una cultura –incluidas las obras de arte- eran transmisibles a través de los medios masivos, y propusieron subordinar la creación de una obra a su transmisión, lo cual –más importante aún– negaba u ocultaba el rol del autor/artista. Con el “arte de los medios”, como lo llamaron, explorarían el medio mismo como tema de la creación artística.
Para Lamelas, que había sido un ávido lector de revistas internacionales de arte desde su adolescencia, el arte siempre había sido un fenómeno de información modelado por su transmisión. Lejos de las capitales mundiales del arte, había tenido pocas oportunidades de ver en persona las obras que -rara vez- aparecían en los diarios. La noción de “arte como medio”, que se colaba en las conversaciones con sus pares, ayudó más adelante a Lamelas a redefinir el rol de la escultura tradicional para priorizar la experiencia del espectador dentro del espacio arquitectónico.
El interés de Lamelas por lo que él denominaba “la relación objeto-entorno” lo llevó a pensar en la capacidad de la televisión, como objeto tecnológico, de modificar lo que la rodea, y en cómo su presencia se vuelve definitiva en el espacio. Con Situación de tiempo, tuvo en cuenta al público y la “nieve” luminescente (el ruido electromagnético) que emanaba de los televisores en la sala oscura, para presentar un nuevo espacio superpuesto al espacio de la sala. En este sentido, el medio de la señal televisiva, su duración y sus cualidades espaciales ocupan la posición habitual de la escultura, al mismo tiempo que la percepción de los espectadores se ve alterada por la experiencia de este nuevo espacio.
Situación de tiempo evidencia que el “medio es el mensaje”. Por su carácter autorreferencial y enfasis en el soporte, esta obra es señalada como antecedente del video arte en la Argentina.
Situación de tiempo, 1967/2011
12 televisores de rayos catódicos
Medidas variables
Colección particular, Buenos Aires
En 1966, David Lamelas realizó esta obra que consagra su experimentación con el espacio como la materia de la escultura. La obra se adapta a las contingencias espaciales del lugar donde se exhibe, a la arquitectura del museo.
Cuando volvió a vivir en Los Ángeles, en 1976, Lamelas se sentía aislado porque muchos de los colegas a quienes conocía vivían lejos de su casa. Así que empezó a invitarlos a su estudio de Sunset Boulevard, para que posaran durante una hora y él pudiera hacerles un retrato dibujado.
Para su exposición individual en la Galerie Yvon Lambert de París, Lamelas pensó en repetir la estructura de tríptico que había utilizado en su serie Time as Activity, como punto de partida de su estudio de la metrópolis pos mayo del 68.
Nivel 2, Explanada y Auditorio
Organizada junto al University Art Museum (UAM) de la California State University, Long Beach, Estados Unidos (CSULB), David Lamelas: A Life of Their Own se realiza en el marco del proyecto Pacific Standard Time: LA/LA.
Archivos
El Super Elástico (1965)
En su juventud, Lamelas se declaró “en guerra” con la estética de la academia argentina. Hacia 1965, su trayectoria se había orientado en una dirección inédita para un artista argentino: le preocupaba la relación entre el plano pictórico (la superficie física de una pintura o dibujo perpendicular a la línea de los ojos del espectador) y el espacio real de exhibición.
De David Lamelas