A esta altura, el primer largometraje de JLG es muchas cosas al mismo tiempo: un film-emblema de la nouvelle vague, un mito, un mojón que señala de manera simultánea y paradójica los límites de las convenciones del lenguaje cinematográfico y la libertad total de la imaginación creadora. Pero también es el relato de una fatalidad romántica: Jean Seberg ama a Belmondo pero al mismo tiempo no desea involucrarse demasiado en esa relación y para ello no tiene mejor idea que denunciarlo a la policía. Por encima del emblema, del mito, del mojón y de todo lo que ha transformado en símbolo al film, sobrevuela la tragedia de un amor asimétrico y la emoción real entre dos personas que el cine puede captar con las más puras herramientas rossellinianas. Texto de Fernando M. Peña.
Sin aliento (A bout de souffle, Francia-1959) c/Jean-Paul Belmondo, Jean Seberg, Daniel Boulanger, Liliane David. 89’.