La película empieza con el único objeto personal del presidente que se exhibe en un museo: un chamuscado par de anteojos quebrados que se encuentra en el Museo Histórico. Patricio Guzmán golpea algunos muros de Santiago y aparecen los lemas que Allende creó hace 31 años. La máquina del tiempo se pone en marcha: mediante las im genes de otros fotógrafos y los filmes de Sergio Bravo aparecen las primeras campañas del presidente y más tarde el famoso “tren de la victoria” filmado por Joris Ivens. La historia sigue retrocediendo. Las anécdotas de la infancia corren por cuenta de su hermana de leche, Anita, de 82 años. Uno de sus amigos personales, Sergio Vuskovic, nos dice que “Allende rechazaba el partido único y negaba la dictadura del proletariado: era un marxista atópico”. Más tarde, el ex embajador de Estados Unidos en Chile confiesa que Nixon le llamaba “hijo de puta” y que impulsó su caída desde el primer día con la ayuda de Kissinger. En las Naciones Unidas, Allende profetiza que el mundo será gobernado por las “grandes empresas transnacionales”. Traicionado por Pinochet, su casa fue bombardeada y saqueada por los militares y los vecinos del barrio. Desde el palacio de La Moneda Allende se despide de su pueblo. Hay archivos de gran calidad empezando por las imágenes de “La Batalla de Chile” y de Leonardo Henricksen, Santiago Álvarez, Patricio Henríquez, Walter Heynowski, Gerhard Scheumann, Peter Hellmich y las fotografías de Luis Poirot y Patricio G. Campos.
Coproducción, guión y dirección: Patricio Guzmán
Consejera artística : Renate Sachse.
Asistente dirección-producción : Andrea Guzmán
Fotografía y cámara : Julia Muñoz.
Sonido: Alvaro Silva Wuth.
Montaje: Claudio Martínez
Música original: Jorge Arriagada
Mezcla: Jean-Jacques Quinet.
Productor delegado: Jacques Bidou
Productora: JBA Production, París.
Coproductores: Les Films de la Passerelle, Filmproduktion GmbH, Mediapro, Universidad de Guadalajara, P. Guzmán Producciones Cinematográficas.
Duración: 100'.