Un grupo de ingenieros y científicos se esfuerzan por reflotar al barco más famoso e inútil de toda la historia naval. Al operativo para devolverlo a la superficie, que es una aventura en sí misma, se le suma una historia de espionaje con comunistas, que aún estaban de moda. El film resultó un fracaso total, pese al descomunal presupuesto invertido en miniaturas y efectos especiales. Su productor Lew Grade llegó a declarar que en lugar de reflotar al Titanic hubiera sido más barato secar el Atlántico. En cualquier caso, los que vimos este film a los doce o trece años no hemos podido olvidarlo jamás. Como en aquel momento nadie sabía ni siquiera dónde estaban los restos del verdadero Titanic, los realizadores no se preocuparon en lo más mínimo por la precisión histórica ni por ningún otro mandato dictado por la tiranía de la realidad. Así debe ser. Hundir al Titanic lo hunde cualquiera. El cine está para otra cosa.
RESCATEN AL TITANIC (Raise the Titanic, Gran Bretaña / EUA-1980) de Jerry Jameson, c/Jason Robards, Richard Jordan, David Selby, Anne Archer, Alec Guinness, M. Emmett Walsh. 115’.